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El panorama para la economía mundial se mantendrá nublado en 2016

El crecimiento del PIB real a tasas de mercado se va a acelerar marginalmente a 2,6%, desde un estimado de 2,4% en 2015.

Por: | Publicado: Martes 26 de enero de 2016 a las 04:00 hrs.
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El comienzo de 2016 ha sido una repetición de los peores momentos de 2015. Las sobrevaloradas bolsas chinas se desplomaron, ayudadas por las malas intervenciones del gobierno. Los grandes inventarios y el aumento de la oferta enviaron al petróleo a mínimos. Una crisis de confianza a nivel mundial borró

US$ 3,2 billones (millones de millones) en valor accionario. La EIU espera que muchas de las tendencias de 2015 se repitan este año.

No estamos especialmente preocupados por la volatilidad de las bolsas chinas. El vínculo entre las acciones y la economía real es débil. Pero la respuesta del gobierno ha sido frustrante. Cerrar las transacciones muestra que confía menos de lo que pensabamos en las fuerzas del mercado.

Estamos más preocupados por el renminbi, que se ha depreciado desde que el gobierno permitió una mayor influencia del mercado en la fijación del tipo de cambio. Tan sólo en diciembre el Banco Popular de China gastó US$ 108 mil millones en reservas para evitar una caída más profunda. Hemos hecho una modesta revisión a la baja en nuestro pronóstico para la moneda china en 2016‑19. Tres cosas nos preocupan si el renminbi sigue cayendo: que aliente a que una enorme ola de capital siga saliendo del país; que lleve a un shock de devaluación de 20% o más; y que ponga más presión a la baja sobre el resto de las ya debilitadas monedas emergentes.

Junto con China, la renovada caída de los precios del petróleo contribuyó al pesimismo. Aunque los fundamentos de nuestro pronóstico para el petróleo se mantienen, recortamos nuestra proyección por segundo mes consecutivo. El petróleo ya está viendo un excedente de oferta debido a los avances tecnológicos del shale gas y la decisión de la OPEP de proteger sus cuotas de mercado en vez de contener las caídas recortando la producción.

La promesa de nueva producción desde dentro de la OPEP, principalmente por el levantamiento de las sanciones a Irán, mantendrá los precios extremadamente bajos en el primer semestre. Esto significa más dolor para los productores, desde Canadá hasta Venezuela, y más ingreso disponible para los consumidores en países importadores como India, Turquía, Alemania y EEUU. No creemos que los precios globales sean sostenibles al nivel actual; los recortes en el suministro harán que el mercado se ajuste en el segundo semestre.

Mundo desarrollado

Nuestros pronósticos muestran que el crecimiento del PIB real a tasas de mercado se va a acelerar marginalmente en 2016, a 2,6%, desde un estimado de 2,4% en 2015.

EEUU crecerá 2,4% en 2016, lo mismo que nuestro estimado para 2015. Esta proyección se basa en tres factores. Primero, el sólido consumo privado apoyado por el crecimiento del empleo, mayores salarios reales y alzas en los precios de las viviendas significa que la confianza de los consumidores impulsará a la economía. Segundo, la fortaleza del dólar va a reducir la demanda por exportaciones estadounidenses. Y tercero, los bajos precios del petróleo seguirán frenando las inversiones en el sector de energía. Por lo tanto, el crecimiento del consumo privado se frenará moderadamente a medida que la Reserva Federal sigue endureciendo la política monetaria, pero la continua recuperación de la vivienda incrementará la riqueza de los hogares. Un lento incremento en los precios del petróleo impulsará un repunte en la inversión de las empresas, y el gasto del gobierno también mejorará.

En Europa el foco ha girado desde la economía hacia los problemas en la frontera, la soberanía y la seguridad. La integración de la Unión Europea está bajo profunda presión. La UE parece estar moviéndose lentamente hacia un conjunto menos uniforme de relaciones entre sus miembros, en el cual la opción de abandonar el bloque juega un gran papel. Estimamos que la eurozona creció 1,5% en 2015 con los menores precios del petróleo y la modesta recuperación en los préstamos de los bancos impulsando la demanda. El Banco Central Europeo continuará con su política de alivio cuantitativo que sostendrá un crecimiento anual promedio de 1,6% en 2016‑17.

Mercados emergentes

La desaceleración estructural en China continuará en 2016 y más allá. El gobierno fijó una meta anual de crecimiento de 6,5% para los próximos cinco años, que será difícil de lograr sin una contabilidad creativa. La economía está corriendo a dos velocidades, con las manufacturas creciendo 1,2% entre enero y septiembre y los servicios expandiéndose 11,6%. Estas son malas noticias para quienes dependen de la demanda china. En India los menores precios del petróleo aliviaron problemas estructurales de inflación y permitieron una política monetaria más expansiva. El crecimiento se mantendrá estable, promediando 7,3% anual en 2016‑20, pero las reformas que podrían llevarla a crecer a dos dígitos serán difíciles de alcanzar. Los problemas que afectan a Latinoamérica van a continuar por tercer año en 2016. El bajo desempeño está siendo impulsado por Brasil, donde el PIB se contrajo 3,7% y se proyecta que vuelva a caer 2,7%, en 2016. Los errores de políticas y escándalos de corrupción han erosionado la confianza de los inversionistas dejando a la economía en mal pie para soportar el deterioro en los términos de intercambio.

Incluso los países de mejor desempeño, como Perú y Colombia, están luchando con la baja en el ciclo del crédito. La región está altamente expuesta a las alzas en las tasas de interés de EEUU: México, Chile, Colombia y Perú están embarcados en ciclos de endurecimiento.

Dólar seguirá fuerte

El dólar se mantendrá fuerte frente a la mayoría de las monedas en 2016 por la divergencia en la política monetaria con Europa y Japón, aunque cualquier nueva apreciación será moderada. Tanto el euro como el yen van a ganar apoyo estructural de sus superávit de cuenta corriente, y esperamos que se fortalezcan respecto del dólar a medida que las posiciones monetarias de sus bancos centrales se endurecen. Las divisas emergentes seguirán vulnerables hasta que haya una mejora sostenida en el desempeño económico, que no esperamos al menos por el próximo año.

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