El Banco Central del Ecuador (BCE) firmó a comienzos de agosto un acuerdo con Movistar, el operador de telefonía móvil de la española Telefónica que controla cerca de un tercio del mercado, por un nuevo sistema de pagos móviles que usará una divisa electrónica.
Bajo el nuevo código monetario y financiero, el BCE administrará lo que en otros países típicamente sería un sistema de pagos privado. El presidente del instituto emisor, Diego Martínez, dijo que el mecanismo va a facilitar los servicios financieros en el país. Para este fin, el BCE probablemente tendrá que alcanzar un acuerdo similar con el operador de telefonía móvil dominante en el país, Claro (propiedad de la mexicana América Móvil), y que tiene una participación de mercado de 66%.
Como un servicio público, el BCE pretende por esta vía mantener bajos los costos para la mayoría de los ecuatorianos, que tienen un teléfono móvil pero carecen de una cuenta bancaria, proporcionando beneficios en particular para los residentes rurales con un acceso más restringido a los servicios financieros (aunque los bancos privados han lanzado un sistema de tiendas de conveniencia para facilitar los pagos).
Aunque los sistemas de pagos móviles son comunes en muchos países en desarrollo, los analistas privados tienen preocupaciones acerca de la compatibilidad del sistema con el uso en Ecuador del dólar estadounidense como su moneda local tras la dolarización.
El nuevo código financiero provee sólo definiciones limitadas. De la misma manera en que Ecuador acuña sus propias monedas (centavos, similares en forma y tamaño a las monedas estadounidenses), el nuevo código legal financiero y monetario da al BCE el derecho exclusivo para emitir “dinero metálico nacional, al igual que dinero electrónico”. Los artículos 92 y 96 prohíben cualquier otro tipo de divisas, como las bitcoins. Todas las transacciones serán expresadas en dólares estadounidenses, mientras que el dinero electrónico será “equivalente y convertible a dólares”.
En casa de herrero
Esta convertibilidad ha desatado cuestionamientos sobre potenciales inconsistencias en la contabilidad del suministro total de dinero. Algunos críticos sugieren que el gobierno de centro izquierdo, liderado por el presidente Rafael Correa, podría buscar inyectar grandes cantidades de dinero electrónico a través del sistema de pagos móviles. El nuevo código también reduce el número de cuentas públicas del BCE a dos, desde las cuatro establecidas originalmente para aumentar la transparencia y la confianza en la dolarización, adoptada en 2000.
Llama la atención, sin embargo, que el ministro de Políticas Económicas, Patricio Rivera, informara que los salarios de los trabajadores públicos no serán pagados con la nueva divisa electrónica.