Crece la oleada anti inmigración en EEUU
El reciente atentado en París ha endurecido la retórica contra los refugiados y los inmigrantes en el país, alejando las perspectivas de una reforma.
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Los atentados en París han desatado una ola de sentimiento anti inmigrantes en Estados Unidos. La agresiva retórica seguramente se desvanecerá a menos que se produzca un ataque en suelo estadounidense, una posibilidad creciente a medida que Estado Islámico (EI) cambia sus tácticas. Esto tendría profundas implicancias geopolíticas, sociales y económicas.
Gran parte del sentimiento anti refugiados ha sido dirigido a la modesta promesa del presidente Barack Obama de recibir 10.000 refugiados sirios este año fiscal. Canadá, con un décimo de la población de EEUU se fijo la meta de recibir a 25.000 refugiados para febrero.
Este es un momento de crisis para la economía global y EEUU no está jugando su papel. El número de muertos en atentados marca un récord y los refugiados han alcanzado un máximo para la época de post guerra. En respuesta, EEUU no está asumiendo su liderazgo.
Diversos candidatos republicanos han llamado a dejar de acoger a refugiados sirios. Donald Trump, el empresario que lidera varias encuestas para la nominación presidencial republicana, ha sugerido un registro obligatorio de todos los musulmanes. El senador por Texas y también pre candidato republicano Ted Cruz propuso dar asilo sólo a los refugiados sirios de origen cristiano. La retórica anti musulmana ha alcanzado niveles que no se habían visto en muchos años.
Y no son sólo los aspirantes presidenciales. Los gobernadores de la mitad de los 50 estados del país —casi todos republicanos— pidieron al gobierno federal que deje de enviar sirios a sus estados. El 19 de noviembre, la cámara baja, controlada por los republicanos aprobó una ley que suspende el actual programa de asilo y endurece el proceso de registro. Paul Ryan, el nuevo líder republicano de la cámara, dijo que se trataba de un asunto de “seguridad nacional”. Obama prometió vetar el proyecto.
Las medidas son oportunistas. Ninguno de los responsables por los atentados en París era refugiado sirio. Los refugiados soportan un proceso de investigación de hasta dos años antes de que puedan ingresar a EEUU y la mayoría son mujeres y niños. Sería más fácil para un terrorista ingresar con una visa de turista.
Pero esta actitud es popular. Una encuesta de Reuters tras los atentados en París reveló que el terrorismo está al tope de las preocupaciones de los votantes, junto con la economía y el empleo. Según una encuesta de ABCNews/Washington Post, 81% de los estadounidenses cree que un gran atentado en EEUU es posible en el futuro cercano. Más de la mitad se oponía a admitir a refugiados sirios y de otros países de Medio Oriente.
El Partido Republicano está tratando de ligar a Hillary Clinton, la probable nominada presidencial demócrata, a la estrategia de Obama en Medio Oriente. Esto no es difícil, ya que Clinton se desempeñó como Secretaria de Estado entre 2009 y 2013. Cerca de 54% de los estadounidenses desaprueba del manejo de Obama de la amenaza terrorista según otro sondeo. Los republicanos ven acá una oportunidad. El temor al terrorismo también jugó un papel en la reelección de George W. Bush en 2004.
Reforma lejana
El descontento por los refugiados sirios agrega un nuevo obstáculo al complicado panorama para la reforma migratoria. Profundas divisiones en el congreso, no sólo entre Republicanos y Demócratas, sino también entre los propios Republicanos, han frenado los esfuerzos de Obama para encontrar un camino hacia la residencia permanente y ciudadanía de al menos 11 millones de inmigrantes indocumentados, la mayoría de ellos de México.
Obama recurrió a sus poderes ejecutivos para impulsar significativas reformas que permitan a los inmigrantes que llegaron al país siendo niños postular a permisos de trabajo y protección contra la deportación. Pero esta medida fue bloqueada en tribunales por una iniciativa presentada por 26 gobernadores republicanos. El gobierno llevó el caso a la Corte Suprema y se espera un fallo para mediados de 2016.
Falta de acción
La negativa actitud hacia los inmigrantes y refugiados irá cediendo con el tiempo a medida que los atentados en París van quedando atrás, y no tendrá un impacto relevante en la política migratoria ni va a persuadir a Obama de modificar su política hacia Siria. No existe apetito por poner un número significativo de tropas en terreno y EEUU no quiere involucrarse en otro conflicto en Medio Oriente.
Un atentado en suelo estadounidense podría cambiar esta dinámica. Las probabilidades de que ocurra han aumentado. A medida que EI pierde terreno en Irak y Siria, tratará de aumentar su ofensiva en el extranjero. El Departamento de Estado emitió una alerta mundial el 24 de noviembre por nuevos ataques, llamando a sus ciudadanos a mantenerse vigilantes en los espacios públicos, especialmente durante Navidad.
Un atentado tendrían un profundo impacto en la campaña presidencial. Aumentaría la presión sobre todos los candidatos para adoptar posturas más duras hacia los refugiados e inmigrantes, y expandir la intervención militar contra EI en Siria e Irak. La opinión pública cambiaría y los candidatos adoptarían posiciones más agresivas en política exterior. Si el público culpa a Obama, Clinton se vería afectada por sus lazos con el mandatario y complicaría sus opciones de ganar.