Corea del Sur, que ya es el mayor mercado mundial de ventas de duty-free, va a consolidar su liderazgo tras anunciar el mes pasado un aumento en el número de concesiones para estas tiendas. El auge en el sector está siendo impulsado por el aumento en el número de visitantes, especialmente desde China, que se sienten particularmente atraídos por la cultura y el estilo de la sociedad coreana.
El alza en la industria del duty-free ha ayudado a compensar, en parte, la debilidad de la demanda interna y sostener las ventas minoristas, permitiendo que al menos uno de los sectores de servicios emule el éxito de las exportaciones de manufacturas.
Los dos gigantes coreanos del duty-free, Lotte y Shilla, filial de Samsung, son el cuarto y octavo actor de la industria a nivel mundial, y se están expandiendo aceleradamente más allá de la península.
Los turistas chinos representan 60% de los clientes de duty-free de Corea del Sur. La Organización de Turismo de Corea (KTO, sigla en inglés) espera que su número aumente 39% a 6 millones en 2014, desde 4,3 millones en 2013 (representando 36% de todos los visitantes).
Los compradores chinos son los principales consumidores de bienes de lujo a nivel mundial, y dos tercios de todas sus compras son realizadas en el extranjero. Dada la proximidad con China y el bajo costo de viajar entre ambos países, Corea atrae a una amplia gama de consumidores chinos. Los de más edad prefieren los resorts de la isla de Jeju, una zona económica especial que el año pasado recibió a 1,8 millones de turistas chinos que saturaron la capacidad hotelera durante el peak de las vacaciones. Los jóvenes, en cambio, atraídos por la "ola coreana" o hallyu, van a distritos más modernos, como Star Avenue, de Lotte.
Este éxito con los turistas chinos es relativamente reciente. En 2002 los esfuerzos por atraer a los fanáticos chinos a la Copa Mundial de fútbol no dieron grandes frutos. Algunos de los que sí asistieron calificaron al co-anfitrión del evento como la tierra de las tres nada: nada que ver, nada que comer y nada que comprar. Pero luego, la hallyu se extendió como una ola por Asia, reposicionando a Corea como un destino deseable para los turistas jóvenes y preocupados por la moda. Las empresas de cosméticos contrataron a estrellas de la música y televisión como embajadores de sus marcas.
Para seguir atrayendo a más turistas chinos, la industria de duty-free de Corea se está expandiendo rápidamente. El 16 de octubre Lotte abrió la tercera mayor tienda libre de impuestos del mundo, de 10 mil m2. La tienda es parte del mayor mall de Asia, el World Mall, de Lotte, en Gangnam, con una superficie de 429 mil m2.
Fanáticos de los cosméticos
Los productos del cuidado personal encabezan consistentemente la lista de compras de los consumidores chinos. Aquí predominan las marcas locales, impulsadas por el hallyu: los visitantes chinos buscan emular a sus estrellas coreanas favoritas.
Las ventas de duty-free impulsan el ya boyante mercado de productos para el cuidado personal de Corea de
US$ 9.800 millones —que registra el mayor consumo per cápita del mundo en cuidado de la piel y productos para novios— y alimenta las ventas globales de las compañías coreanas: en 2013 las exportaciones de cosméticos ascendieron a US$ 1.500 millones, superando las importaciones (US$ 990 millones).
Otros servicios apuntan a los chinos de mayores ingresos, incluyendo la industria coreana relacionada con la celebración de matrimonios, que mueve US$ 15 mil millones al año. El turismo médico es otro sector en crecimiento: las cifras de chinos que viajan a Corea por tratamientos de salud se multiplicó por siete desde 4.725 en 2009 a 56.075 en 2013, según la Organización de Turismo de Corea. Cerca de 10 mil viajaron en busca de cirugías estéticas, atraídos, nuevamente por el actual interés en la cultura coreana entre los consumidores chinos y las exposiciones que la KTO organiza regularmente en Beijing y Shangai.
La última frontera
Las compañías coreanas de duty-free también están buscando oportunidades en el extranjero. El 1 de octubre Shilla abrió una tienda en el aeropuerto Changi de Singapur, cuyas ventas de duty-free anuales llegan a
US$ 900 millones. Shilla planea ofrecer ahí la mayor gama de perfumes y cosméticos para mujeres de Asia.
Dos semanas después ganó una licitación para operar 50% de las tiendas de duty-free en el aeropuerto internacional de Macao, en un joint venture con la hongkonesa Sky Connection. La alianza anticipa ventas por US$ 480 millones durante los cinco años del contrato.
La última frontera del retail es Corea del Norte. Las importaciones de bienes de lujo, pese a estar prohibidas por la ONU, se habrían duplicado bajo el actual líder Kim Jong–un a US$ 645 millones en 2012,según el Korean Economic Institute of America. Y Pyongyang ahora cuenta con su primer mall moderno, propiedad de inversionistas chinos.