El gobierno alemán mantendrá su postura fiscal rígida, lo que significa que la presión sobre otros miembros del bloque para que cumplan sus metas de déficit será fuerte durante el período cubierto por el pronóstico. Más aún, Alemania seguirá resistiéndose a los llamados para relajar su propia política fiscal para ayudar a impulsar la demanda agregada. Sin embargo, creemos que el gobierno germano está determinado a evitar una confrontación con Francia e Italia sobre la política fiscal, dados los riesgos de que esta pudiera salirse de control y poner en duda la subsistencia de la propia unión monetaria. Como resultado, esperamos que Alemania siga buscando compromisos, aunque su resistencia a cambios en las actuales reglas de déficit y deuda de Maastricht significa que no se ve probable una solución permanente, lo que crea riesgos de nuevas tensiones entre los estados miembros de la UE en el futuro.
Tras una reunión en Berlín, los miembros del gabinete alemán y francés anunciaron que el 1 de diciembre de pretenden tener listo un plan para impulsar la inversión. Los ministros franceses de Hacienda, Michel Sapin, y de Economía, Emmanuel Macron, se reunieron con sus contrapartes alemanes, Wolfgang Schäuble y Sigmar Gabriel, para discutir el deterioro del panorama económico para la zona euro. Tras el encuentro se anunció que un grupo de expertos va a explorar formas de incrementar el gasto en inversión. Sin embargo, las expectativas son bajas, dado que los legisladores de la coalición de gobierno en Alemania ya han dejado en claro que ven muy poco espacio para compromisos en el gasto público, ya que pondría en riesgo la meta del gobierno de un alcanzar un presupuesto balanceado el próximo año.
También se discutió como desactivar la creciente crisis de presupuesto en Europa, en momentos en que tanto Francia como Italia han adoptado presupuestos que probablemente no estarán en línea con las metas de la UE y que ahora están siendo analizados más en detalle por la Comisión Europea. El gobierno germano no quiere que la confrontación escale. Pero la coalición tampoco quiere ser vista a nivel local como demasiado blanda con París y Roma, porque esto podría aumentar el apoyo para Alternativa Euroscéptica para Alemania (AfD, sigla en alemán).
Todos tienen que ceder
Como consecuencia, ambas partes y la CE están buscando una solución de compromiso. Lo más probable es que involucre ahorros adicionales moderados en Francia e Italia, y la promesa de incrementar el paso de las reformas estructurales favorables al crecimiento (la Comisión podría así argumentar que estas reformas aumentan el crecimiento potencial y reducen así los déficit). Francia e Italia recibirían a cambio más tiempo para reducir su déficit y llevarlo dentro del marco de las reglas existentes. En el caso de Francia, Gabriel y Macron han encargado a expertos de Francia y Alemania preparar una lista de posibles reformas. Para evitar que esto sea visto en París como una imposición del gobierno germano, la lista también va a incluir recomendaciones para las autoridades en Berlín.
Persistirán tensiones
Pese a algunas señales en el sentido contrario, el gobierno alemán está adoptando un enfoque bastante pragmático en relación con Francia e Italia acerca de las reglas fiscales de UE, y está determinada a evitar cualquier escalada que pueda poner en duda la supervivencia misma del euro. Sin embargo, el apetito de Berlín por una solución más permanente, como un cambio en las reglas de déficit del bloque, sigue siendo limitado. Como resultado, se mantienen áreas grises, lo que significa que la armonía entre los dos países más importantes del bloque seguirán dependiendo de la disposición de todas las partes para ceder. Como consecuencia, vemos un continuo riesgo de tensiones entre Alemania y otros estados miembros de la zona euro acerca de la política fiscal.