El secretario del Tesoro estadounidense, Henry Paulson, anunció
un incremento temporal de la línea de crédito para las dos principales firmas de créditios hipotecarios de Estados Unidos, Fannie Mae y Freddie Mac. Según la prensa
estadounidense, la
Administración Bush va a solicitar al Congreso que apruebe
"un paquete de rescate".
Las peores sospechas se han confirmado. El Estado ha tenido
que responder a la debacle bursátil de Fannie Mae y Freddie Mac, dos
hipotecarias subvencionadas por el Gobierno. Según los medios del país, la Administración Bush
espera ahora que el Congreso apruebe un paquete que le permita al Gobierno
comprar miles de millones de dólares en reservas y prestar dinero a ambas
compañías para que cubran sus necesidades a corto plazo.
"Fannie Mae y Freddie Mac juegan un papel fundamental
en nuestro sistema hipotecario, y deben seguir haciéndolo en su calidad actual
de empresas controladas por accionistas", ha dicho Paulson. "El apoyo
que prestan al mercado es particularmente importante, sobre todo mientras
resolvemos la situación hipotecaria actual".
El plan pide específicamente al Congreso que conceda al
Gobierno la autoridad necesaria, durante los dos próximos años, para comprar
una cantidad no especificada de dichas reservas. Además, como ha señalado el
propio Paulson, se ampliará la línea de crédito que ambas compañías tienen
respecto del Tesoro, y actualmente estimada en 2.225 millones de dólares para
cada una, establecidas ambas hace 40 años, cuando su deuda era mucho menor de
la que se estima ahora - 800.000 millones de dólares en el caso de Fannie;
740.000 millones de dólares en lo que respecta a Freddie-.
La línea de crédito que el Tesoro concede a las compañías es
considerada por el mercado estadounidense como una señal de que ambas empresas
serían "rescatadas" por el Gobierno si alguna vez se encontraran afectadas
por severos problemas económicos. Se trata de un sistema de "garantía
implícita", cuya existencia ha sido negada varias ocasiones por los altos
funcionarios de la economía estadounidense.
Ahora, no sólo se acepta la realidad de este sistema, sino
que además varios funcionarios del Tesoro y de la Reserva Federal
Estadounidense (Fed) hablan de un "endurecimiento"
de esta garantía, y todo ello después de que el propio Paulson saliera el
viernes al paso de las informaciones publicadas en la prensa estadounidense
respecto a un posible "plan de contingencia" del Gobierno que
colocaría a las dos entidades bajo la tutela de la Administración e implicaría
que las potenciales pérdidas de las dos compañías repercutirían en los
contribuyentes.
El plan que pretende adoptar ahora la administración Bush
estipula además una petición adicional al Congreso para que aumente el límite
de la deuda nacional, según fuentes citadas por la prensa estadounidense. Del
mismo modo, se solicitará a la cámara que conceda a la Fed un papel más
relevante a la hora de determinar "el colchón de capital" con el que
cada compañía hipotecaria debería contar.