BCE rechaza previsiones sombrías y se adhiere a las perspectivas de recuperación pese a mayores restricciones por la pandemia

La presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde, rechazó el miércoles el pesimismo económico, argumentando que se producirá un repunte a medida que disminuya la incertidumbre pandémica y que Europa posee todas las herramientas necesarias para superar la crisis.

Incluso con gran parte de la zona euro de 19 miembros encerrada, Lagarde siguió prediciendo una recuperación, siempre que las restricciones económicas puedan levantarse a partir del segundo trimestre y el bloque pueda superar un comienzo "laborioso" de vacunaciones.

Solo el mes pasado, el BCE recortó su pronóstico de crecimiento al 3,9% este año, pero las restricciones cada vez más generalizadas en el movimiento y la actividad en países como Alemania y Francia, junto con el lento lanzamiento de vacunas, ya están desafiando esa perspectiva, solo dos semanas después de 2021.

"Creo que nuestras últimas proyecciones en diciembre siguen siendo claramente plausibles", dijo Lagarde en una entrevista en la conferencia Reuters Next. "Nuestro pronóstico se basa en medidas de bloqueo hasta el final del primer trimestre".

El BCE dijo el 10 de diciembre que sus pronósticos suponían que se alcanzarían niveles "suficientes" de inmunidad colectiva antes de fines de 2021.

“Lo que sería una preocupación es que después de finales de marzo esos estados miembros todavía necesitan tener medidas de bloqueo y si, por ejemplo, los programas de vacunación se ralentizan”, agregó.

Cautela

La persistente subida del euro frente al dólar también corre el riesgo de frenar el crecimiento y la inflación, pero Lagarde mantuvo el tono cauteloso del BCE, a pesar de los grandes movimientos en torno al cambio de año.

“Seguiremos extremadamente atentos al impacto en los precios que tienen los tipos de cambio”, dijo, y agregó que el BCE no apunta a ningún nivel de tipo de cambio en particular.

Para apoyar a la zona euro, el BCE ya ha extendido su programa de estímulos, con costos de endeudamiento en mínimos históricos y en territorio negativo en algunos países de la zona euro, por lo que su capacidad  restante sería más limitada.

Lagarde dijo que el BCE podría expandir su programa de estímulo para la compra de bonos nuevamente si es necesario, pero también podría abstenerse de usar el sobre total de 1.850 billones de euros ($ 2.25 billones) que ha destinado a compras si la crisis pasa.

Lagarde también rechazó los pedidos para que el banco publique su nueva meta de inflación antes de que se complete por completo la revisión general de su política, argumentando que un grupo "muy grande" dentro del Consejo de Gobierno está ansioso por un paquete único. Los resultados de la revisión se esperan para mediados de año.