Actividad manufacturera de EEUU cae en enero por tercer mes consecutivo

El crecimiento del sector manufacturero estadounidense perdió un poco más de fuerza en enero en medio de un aumento de los casos de coronavirus, mientras que una medida de los costos de los materiales se aceleró.

El índice de actividad fabril del Instituto de Gestión de Suministros (ISM, su sigla en inglés) cayó a 57,6, el tercer descenso consecutivo y la lectura más baja desde noviembre de 2020, desde los 58,8 del mes anterior, según datos publicados el martes. No obstante, las lecturas por encima de 50 indican una expansión y las últimas cifras muestran que el sector manufacturero sigue siendo robusto.

Las medidas de producción y nuevos pedidos del grupo cayeron al nivel más bajo desde mediados de 2020, lo que sugiere que la reciente ola de casos debido a la variante ómicron puede haber afectado las operaciones de las fábricas.

Los precios de los materiales utilizados en el proceso de producción, ya elevados debido a los persistentes desequilibrios entre la oferta y la demanda relacionados con la pandemia, subieron casi 8 puntos el mes pasado. Se trata del mayor avance desde fines de 2020 y probablemente fue un reflejo, al menos en parte, del aumento de los precios del petróleo.

Los datos de los gerentes de compras también mostraron que los problemas de suministro continuaron disminuyendo, aunque siguen siendo persistentes. Los plazos de entrega de los proveedores mejoraron ligeramente y el indicador del ISM de pedidos pendientes cayó al nivel más bajo desde octubre de 2020.

Los datos del ISM también mostraron que las fábricas tuvieron más éxito en engrosar sus nóminas. El índice de empleo subió a un máximo de 10 meses. Se prevé que el informe de empleos del Gobierno, que se publica el viernes, muestre que los fabricantes crearon casi 25.000 puestos de trabajo en enero.

Mientras tanto, los inventarios de los clientes de las fábricas, que siguen siendo muy escasos, mejoraron ligeramente. El índice del ISM subió a 33, el nivel más alto desde enero del año pasado.

No se espera que las cadenas de suministro se normalicen hasta dentro de unos meses, ya que la pandemia continúa dificultando que los productores estadounidenses se abastezcan de manera adecuada.