El director general del Fondo Monetario
Internacional (FMI), Dominique Strauss-Kahn, abogó hoy por una
"solución sistémica" para la crisis financiera global que necesitará
del "apoyo público" y de mayor regulación y vigilancia de los
mercados de capitales.
En un artículo de opinión publicado hoy en el vespertino "Le
Monde", Strauss-Kahn, señala que la "vigilancia, la objetividad y la
colaboración serán indispensables para hacer frente a los problemas
que están delante de nosotros".
El número uno de FMI saluda medidas como las tomadas por Estados
Unidos en los últimos días y anima a "los otros países
industrializados" a implementar también "planes de acción" que
permitirán que "los sistemas financieros, que se han desarrollado en
exceso en relación a la economía real, pueden establecerse a un
nivel razonable".
"El esfuerzo inicial de las finanzas públicas debe ser masivo,
pero no implica que al final el contribuyente deba perder" pues "el
Estado puede esperar recuperar gran parte de su inversión inicial",
redacta.
Para Strauss-Kahn, a corto plazo, la solución debe tener en
cuenta un "aprovisionamiento de liquidez", la "recompra de los
activos devaluados" y el "aporte de capital a las instituciones
financieras".
De entrada, los bancos centrales -dice el director general del
FMI- deben evitar la retirada masiva de dinero y para ello es
necesario devolver la confianza a los particulares sobre la
seguridad de sus depósitos, como se viene haciendo desde 2007.
Además, hay que "hacer desaparecer la causa profunda de la
crisis, es decir, la presencia de activos devaluados en el balance
de las instituciones financieras".
Según Strauss-Kahn, para ello es necesario "crear una estructura
pública para recomprar esos activos" y traslada el problema al
"precio" de los mismos, que deberá ser "suficientemente elevado para
incitar a las instituciones financieras a vender" y suficientemente
débil para que el Estado pueda comprar y "mantener el equilibrio de
las finanzas a largo plazo".
Propone también soluciones alternativas "potencialmente menos
costosas" y vuelve sobre los "intercambios (swaps) a largo plazo de
títulos hipotecarios contra obligaciones gubernamentales" que el que
el FMI propuso en el primer semestre del año.
Recordó también que existen medios para que el Estado aporte
capitales a los bancos sin recurrir a la nacionalización, como las
"inyecciones de capitales privados", que permiten "dejar el control
en manos del sector privado a fin de evitar la nacionalización de
las pérdidas".
"El trabajo de refundación ya ha comenzado y los grandes países
industrializados han formulado ciertas propuestas para mejorar las
reglas prudenciales, principios contables y prácticas de
transparencia", escribe.
Indica que, si bien las consecuencias previsibles para el
conjunto de la economía como un recesión grave no se han manifestado
todavía, no hay que interpretar el estallido de la burbuja
inmobiliaria como una "simple corrección", las carencias del mercado
hipotecario estadounidense como una "incidente desafortunado" y la
quiebra de las instituciones financieras como "daños colaterales".
El FMI reunirá en Washington dentro de tres semanas a los
ministros de finanzas y a los gobernadores de los bancos centrales
para establecer un "diálogo del que cada uno pueda sacar las
lecciones e los recientes acontecimientos sobre la regulación del
sistema financiero mundial", concluye