Los cubanos se encontraron hoy con
fuertes subidas de hasta el 87% en los precios de los
combustibles, en momentos en que el huracán "Ike" arrasa el centro
del país y avanza hacia La Habana.
La medida entró en vigor la pasada medianoche, sin aviso previo,
y aumenta el precio en la gasolina normal (83 octanos) de 0,65 a
1,15 pesos convertibles o CUC (de US$0,70 a US$1,24), lo que
equivale a una subida del 77%.
La gasolina de 94 octanos pasa de 0,95 a 1,50 CUC (de US$0,97 a US$1,62, 58%) y el diésel sube de 0,75 a 1,40 CUC (87%).
En una nota difundida hoy por medios locales, el ministerio de
Finanzas señala que "resulta imprescindible incrementar los precios
(...) para hacerlos corresponder con el aumento del precio del
petróleo importado".
Agrega la nota que si los precios se mantuvieran se generarían
pérdidas de 388 millones de CUC (unos US$420 millones) y
ello implicaría un subsidio estatal del 36%.
"Los 158.000 barriles de petróleo que consumimos diariamente en
el 2007 costaban US$8,7 millones, mientras este año esa
misma cantidad requiere desembolsar US$11,6 millones cada
día, es decir, un 32% más", afirma el organismo.
El ministerio anuncia además que los precios serán actualizados
cada tres meses, en correspondencia con las variaciones del mercado
mundial.
La subida se produce mientras centenares de coches se agolpaban
hoy ante las gasolineras de La Habana y otras provincias
occidentales para hacer acopio de combustible ante la llegada del
huracán "Ike".
"Ike", de categoría 2 en la escala Saffir-Simpson de un máximo de
5, penetró anoche en territorio cubano por Punta Lucrecia, en el
norte de la provincia oriental de Holguín, y avanzaba a las 12.00 de
hoy (16.00 GMT) por el litoral sur de Ciego de Ávila, en el centro
de la isla.
El Instituto de Meteorología indicó que "Ike" mantiene vientos
máximos sostenidos de 165 kilómetros por hora, con rachas de hasta
261 kilómetros, y ha dejado "lluvias fuertes" en el oeste de Cuba.
Varias provincias del oriente se encuentran con los tendidos
eléctricos y telefónicos fuera de servicio y han sufrido daños en
viviendas, agricultura e infraestructuras aún no cuantificados.