El presidente de EEUU, George W. Bush,
afirmó hoy que el Congreso acabará aprobando un plan de rescate
financiero "sólido" una vez se hayan resuelto las diferencias entre
el Capitolio y la Casa Blanca sobre la iniciativa.
En declaraciones en una reunión con representantes de países
latinoamericanos, el presidente pareció mostrarse menos optimista
que en días anteriores sobre la rapidez con la que se dará el visto
bueno al proyecto, valorado en US$ 700.000 millones.
En ocasiones anteriores había expresado su seguridad de que el
plan se aprobaría esta misma semana.
En esta ocasión, reiteró que el plan de rescate se acabará
aprobando pero eliminó cualquier referencia a un marco temporal.
"Tengo confianza en que cuando todo se haya resuelto tendremos un
plan sólido, como tiene que ser", afirmó el presidente, que ha
suspendido un acto de recaudación de fondos hoy en Florida para
tratar de dar un impulso a las negociaciones en Washington entre la
Casa Blanca y el Congreso.
Según Bush, el proceso legislativo "está lleno de tomas y dacas,
hay un intenso debate, pero tengo confianza en que cuando todo se
haya resuelto habrá un plan robusto".
La reunión de hoy con los representantes latinoamericanos pone
fin a una visita de dos días de Bush a Nueva York para participar en
la Asamblea General de las Naciones Unidas.
El Gobierno de EEUU ha instado al Congreso a aprobar con urgencia
el multimillonario plan de rescate financiero, pero algunos
legisladores se han mostrado escépticos sobre la efectividad de esta
iniciativa.
"El plan que nos han presentado no se puede aceptar", dijo el
presidente del Comité de Banca del Senado, el demócrata Christopher
J. Dodd, para quien la propuesta "nos deja atónicos por su alcance y
falta de detalle".
Los comentarios del influyente senador iban dirigidos al
secretario del Tesoro de EEUU, Henry Paulson, y el presidente de la
Reserva Federal, Ben Bernanke, que acudieron el martes al Senado
para defender su serie de medidas y urgir al Congreso a aprobarla
sin dilación.