El presidente de Estados Unidos,
George W. Bush, firmó un decreto que permitirá la mayor
reestructuración de los servicios de espionaje en una generación,
informó hoy la Casa Blanca.
La portavoz Dana Perino explicó hoy que el nuevo decreto "pide a
la comunidad de inteligencia que produzca información oportuna,
precisa y perspicaz con especial énfasis en las amenazas planteadas
por el terrorismo internacional y la propagación de armas de
destrucción masiva".
Añadió que la iniciativa ayudará a crear una comunidad de
inteligencia "más efectiva" capaz de ofrecer al presidente y a sus
asesores la información necesaria para defender la seguridad de
Estados Unidos.
El decreto 12333 otorga competencias adicionales al director
nacional de inteligencia, un cargo creado por el Congreso en el año
2004 para coordinar el trabajo de las 16 agencias de espionaje,
según adelantaron hoy en exclusiva los diarios "The Wall Street
Journal" y "The Washington Post".
El actual director, Mike McConnell, será el principal responsable
de impulsar las relaciones con las agencias de inteligencia
internacionales, algo de lo que tradicionalmente se ha encargado la
Agencia Central de Inteligencia (CIA), según el "Journal".
McConnell también asumirá un mayor protagonismo a la hora de
despedir y contratar a los responsables de la citada agencia y
supervisar nuevos espías satélite y otros programas caros.
Las operaciones encubiertas serán responsabilidad del Consejo de
Seguridad Nacional de la Casa Blanca, la CIA será la encargada de
ejecutarlas y el director nacional de inteligencia las supervisará,
según el "Journal".
El rotativo destaca que distintos legisladores expresaron su
frustración con el hecho de que la Casa Blanca no informase al
Congreso sobre la histórica reestructuración.
"No consultaron al Congreso en absoluto", dijo al "Journal" una
fuente del Congreso.
La reestructuración ha sido objeto de estudio durante más de un
año, en un intento de actualizar un decreto presidencial de hace más
de 30 años y el objetivo es reflejar los cambios organizativos que
se realizaron en las agencias de inteligencia tras los atentados
terroristas del 11 de septiembre del 2001 contra Washington y Nueva
York.