Brasil acudirá con "moderado optimismo" a
la reunión que se celebrará la semana próxima en Ginebra con el fin
de intentar "resucitar" la Ronda de Doha, aseguró hoy el ministro de
Relaciones Exteriores, Celso Amorim.
"Si no tuviéramos ese moderado optimismo, no estaríamos empeñados
como estamos en resucitar esas conversaciones" en el marco de la
Organización Mundial de Comercio (OMC), dijo Amorim a periodistas.
La representante comercial de Estados Unidos, Susan Shwab, afirmó
hoy en Washington que se ha alcanzado un acuerdo para que delegados
de los países miembros de la OMC se reúnan la semana próxima en
Ginebra para definir si todavía es posible alcanzar algún acuerdo.
"Es posible", sostuvo Amorim, aunque reiteró que "todavía no hay
una fórmula mágica" para superar los obstáculos creados por las
llamadas salvaguardas especiales, un mecanismo de protección que fue
propuesto por la India y rechazado por Estados Unidos.
Los desacuerdos por ese mecanismo fueron señalados por muchos
como responsables de la interrupción de las negociaciones en julio
pasado, que han dejado a la Ronda de Doha al margen del fracaso
definitivo.
Según Amorim, hay "un consenso conceptual sobre lo que pueden
ser esas salvaguardas, que protegerían a sectores frágiles de los
los países en desarrollo" de aumentos abruptos de importaciones,
sobre todo en el área agrícola, pero sin crear distorsiones al
comercio.
"Lo complicado es llevar ese acuerdo conceptual a los números",
indicó Amorim, en alusión a las tasas de importación extraordinarias
que sería permitido aplicar.
En opinión del ministro, uno de los más activos negociadores en
la Ronda de Doha, "tal vez sea posible retomar el debate después de
haber respirado" durante el paréntesis abierto con la interrupción
de las discusiones en julio pasado.
La clave de todo, según Amorim, estará en esas salvaguardas
especiales, que calificó como "el gran puente a ser cruzado" para
salvar las negociaciones.