El Banco Central de Bolivia (BCB) informó
hoy que la inflación prevista para 2008 será de 12%,
cuatro puntos porcentuales más que el índice anunciado a principio
de año, y bajará a menos de 10% en 2009.
El presidente del BCB, Raúl Garrón, dijo que se prevé un descenso
gradual de la inflación, pese a que los precios registraron una
variación acumulada de 8,8% hasta junio, por encima de la
meta prevista para este año.
Garrón explicó que el incremento de los precios "obedece a
factores ajenos a las políticas del sector público", en un acto de
presentación del Informe de Política Monetaria.
El titular del BCB achacó el repunte de la inflación al aumento
de los precios de los alimentos y los combustibles en el mercado
internacional, a las expectativas de inflación, influidas por el
contexto político y social, y al dinamismo de la demanda agregada.
En esa misma dirección se pronunció, Raúl Mendoza, principal
asesor en política económica del ente emisor, quien aseguró que la
inflación descenderá gradualmente hasta situarse por debajo de los
dos dígitos en 2009.
A su juicio, la baja se producirá por la caída de la inflación
importada (o las alzas internacionales de los alimentos y
combustibles), por el incremento de la oferta interna, en especial
de los alimentos y por la estabilización del superávit fiscal.
El economista explicó que el descenso de la inflación será
posible, porque los precios clave de la canasta familiar "no se
incrementarán significativamente, e incluso en algunos casos
disminuirán".
Por su parte, el ministro de Hacienda, Luis Alberto Arce, destacó
los efectos positivos de la coordinación de las políticas fiscales y
monetarias entre el Banco Central y el Gobierno.
Arce indicó que la inflación se situó en un 0,47% en el
mes de junio y coincidió en que el costo de vida disminuirá en el
país en los próximos años.
Señaló que Bolivia registró un crecimiento económico del 6,4% en los primeros cinco meses del año, un récord en "los
últimos 25 años".
Los datos presentados hoy por el Banco Central representan una
revisión de las cifras de principios de año que calculaban que la
inflación se situaría en un ocho por ciento en 2008 y podría bajar
hasta un seis por ciento en 2009.