El Gobierno de Argentina admitió hoy
"preocupación" por la posibilidad de que la crisis en EE.UU. y las
menores expectativas de crecimiento en los países desarrollados
terminen contagiando a las economías emergentes.
"Estamos viendo una situación internacional que todavía no está
claro dónde va a terminar y donde hay incertidumbre en cuanto hasta
dónde pueden llegar los efectos de esta crisis en EE.UU.", dijo el
ministro argentino de Economía, Carlos Fernández.
Durante la presentación en el Parlamento de los detalles del
proyecto de la ley de Presupuesto 2009, Fernández señaló que hay una
"fuerte disminución de las expectativas de crecimiento de la
actividad económica de los países más desarrollados".
El ministro indicó que las expectativas de desaceleración son
menores para las economías en vías de desarrollo y que este
fenómeno, en todo caso, se producirá a partir de tasas de expansión
económica actuales, mucho mayores a las de los países desarrollados.
"La preocupación por este grupo de países (en desarrollo) viene
dada por las posibilidades de contagio, por saber qué margen hay de
qué forma de trasladar la tasa de disminución o la desaceleración de
los países desarrollados a los países en desarrollo", afirmó.
"A eso se suma el fuerte incremento de los precios
internacionales de las materias primas y la variabilidad muy fuerte
de los mismos", agregó.
Fernández dijo que esta volatilidad "agrega otro elemento de
incertidumbre muy importante para poder hacer proyecciones
económicas y evaluar las expectativas a futuro".
El proyecto de Presupuesto 2009 prevé para el año próximo que
Argentina crecerá un 4%, con una inflación del 8% y un cambio promedio de 3,19 pesos argentinos por dólar.
En los últimos cinco años el país suramericano creció a una tasa
promedio del 8,8%, aunque también para estos ejercicios el
gobierno había proyectado en los presupuestos expansiones del 4%.
La presidenta argentina, Cristina Fernández, afirmó ayer que "ese
primer mundo" que fue "pintado como meta, se derrumba como una
burbuja", mientras los argentinos "modestos y humildes" se mantienen
"firmes y dispuestos a seguir enfrentando el presente y el futuro".