La aceleración de la inflación, la disminución del salario real, la caída de la economía y la sensación generalizada de que si no se resuelven temas como el de la deuda y de la escasez de divisas no hay posibilidad de que se revierta el sendero recesivo, están creando cada vez una mayor incertidumbre y preocupación en la sociedad que se visualiza en un aumento de la percepción negativa de la situación económica de las personas.
Según la última encuesta nacional realizada en septiembre por la consultora Poliarquía, en exclusiva para El Cronista, apenas un tercio (34%) de los argentinos se manifiesta satisfecho con su situación económica personal, en tanto que el 66% restante considera que es regular (46%) o negativa (19%). Un 1% de los entrevistados no quiso responder la pregunta.
"Nuestro sondeo de septiembre muestra un panorama de incertidumbre y preocupación respecto de la situación social y económica", afirmó el director de la consultora, Fabián Perechodnik. En comparación con la medición de agosto, la evaluación de la situación económica personal empeoró abruptamente.
Este deterioro se observa en el crecimiento de las consideraciones negativas, que el mes pasado llegaron al 19%, el punto más alto de una serie que se mide mensualmente desde mediados de 2006. En la comparación interanual, las evaluaciones negativas subieron cinco puntos, lo que representa un aumento del 50%.