En las seis semanas desde que el Partido Demócrata sufrió una dura derrota en las elecciones parlamentarias, el presidente Barack Obama pisó a fondo el acelerador para sacar adelante sus propuestas de campaña de 2008, cuando acuñó la célebre frase "Yes, We Can".
El impulso comenzó con el sorpresivo anunció en Beijing el mes pasado de que China y EEUU concluyeron un acuerdo en el cual ambos países se comprometieron a reducir sus emisiones de carbono. A eso le siguió la decisión de proteger de la deportación a 5 millones de inmigrantes indocumentados.
Y la semana pasada, el broche de oro fue el anuncio de que reiniciará las relaciones diplomáticas con Cuba y flexibilizará las restricciones comerciales y de viajes a la isla, uno de los últimos remanentes de la Guerra Fría.
Pero ¿podrá esta decisión catapultar definitivamente a Obama al cuadro de honor entre los presidentes de EEUU? "Va a depender de qué exactamente pase en los próximos dos años con Cuba. Si no se accidenta el proceso por algún tema que pueda ocurrir en el mundo o si el Congreso no obstaculiza demasiado", aseguró a DF Harold Trinkunas, director de la Latin America Initiative de Brookings Institution.
"Si logra avances en la relación, como una mayor flexibilidad de los vínculos comerciales y diplomáticos entre ambos países, eso va a ser visto como algo bastante importante en el legado presidencial de Obama", afirmó.
Cada uno de estos anuncios se basa en la promesa de un cambio fundamental que realizó en su campaña. Obama "reconoce que el tiempo es escaso. Le quedan sólo dos años", dijo a Bloomberg David Axelrod, ex asesor político del presidente. "Estos son grandes y desafiantes temas generacionales de los que habló cuando postuló al cargo, y creo que no quiere retirarse sin enfrentarlos", agregó.
Harold Trinkunas,
director de la Latin America Initiative de Brookings Institution.
El momento perfecto
El timing en que Obama decidió hacer público su acercamiento a La Habana no fue casual. "Había un par de temas que congeniaron los tiempos. Uno de ellos era el encarcelamiento de Alan Gross, hasta que eso no fuera resuelto no podía avanzar. El otro tema era el calendario electoral de EEUU. Este es el sexto año de la presidencia y Obama ya puede empezar a pensar en su legado. Habiendo perdido el control de las dos cámaras del Congreso, en cierta forma tiene más libertad, porque ya no tiene que pensar en los intereses de su partido en el Congreso", explicó Trinkunas.
Eso justifica que el mandatario haya realizado esta jugada riesgosa. Y es que si bien entre las nuevas generaciones de estadounidenses existe un mayor apoyo a la idea de normalizar las relaciones con Cuba, "la oposición es mayor entre las personas de mayor edad, que son las que más acuden a las urnas", apuntó el experto de Brookings.
De todos modos, cada encuesta que ha realizado Gallup desde 1999 ha mostrado que una mayoría de los estadounidenses apoya relaciones diplomáticas normales con la isla.
El aislamiento de Cuba es "una política rígida que se basa en eventos que ocurrieron antes de que la mayoría de nosotros hubiera nacido", argumentó Obama en su discurso televisado del miércoles. "Estoy convencido de que a través de una política de involucramiento, podemos defender más efectivamente nuestros valores y ayudar al pueblo cubano a ayudarse a sí mismo mientras ingresa al siglo XXI", agregó.
El camino de la iniciativa en el Capitolio no será fácil. Ambas cámaras del Congreso tienen mayoría republicana y la única forma de levantar el embargo, que se extiende por 50 años, es con aprobación parlamentaria. Como muestra, una vez terminado el discurso, el senador republicano por Florida, Marco Rubio, se comprometió a hacer lo posible porque el plan no resultara.
Pero eso no parece detener a Obama. En conferencia de prensa en la Casa Blanca el viernes, aseguró que Cuba sigue siendo un régimen que reprime a su gente, y que no espera un cambio de un día para otro. Pero "el cambio va a llegar a Cuba, tiene que hacerlo, porque tiene una economía que no funciona", acotó.
Obama vs. Putin
El mandatario está decidido a actuar con fuerza, en este y en otros temas. Uno de los que ha copado su agenda en los últimos meses es Rusia. Luego de que el presidente Vladimir Putin ordenara la anexión de Crimea y apoyara a los rebeldes en Ucrania, Moscú recibió sanciones económicas de EEUU y la Unión Europea.
La caída en el precio del petróleo, la principal fuente de ingresos de Rusia, terminó por hundir al país en una crisis que ha generado una baja de 40% en el precio del rublo este año, y la acción desesperada del banco central de Rusia, que la semana pasada elevó sorpresivamente las tasas de interés en 6,5 puntos porcentuales a 17%. Según las previsiones de la institución, la economía podría contraerse hasta 4,7% el próximo año.
Obama ha jugado un rol clave en este escenario, al aumentar la producción de petróleo shale en EEUU (uno de los factores que ha hecho caer los precios) y liderando los esfuerzos por castigar a Rusia de forma coordinada con sus aliados al otro lado del Atlántico.
El jueves, Obama firmó una ley que autoriza sanciones más estrictas contra Moscú, pero aclaró que no usará inmediatamente esa autoridad, porque las nuevas medidas deben ser coordinadas con Europa, y calibradas con las acciones de Rusia. Una vez más, es Obama quien queda en una posición de ventaja.
De cara a los dos años restantes de mandato, Trinkunas aseguró que algunos de los grandes temas internacionales que quedan pendientes son las relaciones con China, la situación de Irán, Rusia y Venezuela. "Obama ya tomó las grandes decisiones, lo que falta ahora es implementación, y ese seguimiento va a ser importante", afirmó.
Por su parte, el columnista de Financial Times, Gideon Rachman, afirmó que "tres campos donde el presidente pudiera sentir que tiene obra por terminar son Guantánamo, Israel-Palestina y el cambio climático".
La embestida más reciente del presidente fue el viernes cuando dijo que responderá ante el ataque de Corea del Norte por el hackeo a Sony Pictures Entertainment "en el lugar, momento y forma que escojamos". ¿Será ese el foco del año que está por comenzar?
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