El Banco Central de Rusia (BCR) anunció ayer la eliminación de la banda cambiaria y el fin de sus intervenciones regulares en el mercado interno de divisas, lo que en la práctica supone dejar el rublo en libre flotación.
El banco central había mantenido al rublo en una banda de nueve unidades contra una cesta de monedas dólar/euro, aunque había comenzado a limitar gradualmente sus intervenciones en el mercado.
En una declaración, señaló que intervendría en el mercado cambiario si es que observaba alguna amenaza sobre la estabilidad financiera.
"Como resultado de la decisión, el tipo de cambio del rublo estará dado por factores del mercado que deberían fortalecer la efectividad de la política monetaria del banco central", dijo la entidad emisora en un comunicado.
La gobernadora del BCR, Elvira Nabiullina, aseguró además que el organismo mantendrá limitado temporalmente el monto de liquidez en rublos que provee a los bancos rusos por lo que calificó eran operaciones especulativas contra la moneda local.
El anuncio se produce después de que el miércoles pasado el BCR restringiera a US$ 350 millones el monto de sus intervenciones diarias en el mercado de divisas para respaldar el rublo. En lo que va de año, la moneda rusa se ha depreciado 31,7% respecto del dólar y 24% frente al euro.
Economía estancada
En este contexto, el banco señaló que el PIB probablemente se estanque en 2015, destacando la caída del precio del petróleo y las sanciones occidentales contra Rusia por la crisis ucraniana, lo que ha reducido las exportaciones de Rusia y ha mermado los flujos de inversión.
Así, el banco central recortó la previsión de crecimiento para el próximo año a 0%, desde el 1% previo, e hizo retroceder su estimación para el cumplimiento de la meta de inflación de 4% en un año desde 2016. Además, pronosticó que las sanciones duren hasta 2017 y que el petróleo promedie US$ 95 el barril, frente a la estimación de US$ 102 este año.
Acusado de avivar el conflicto en Ucrania, el presidente Vladimir Putin está luchando para proteger a la economía, que está creciendo a su ritmo más lento desde la recesión de 2009. La entidad rusa elevó su previsión de salida de capital neto a US$ 128.000 millones este año, el doble de los US$ 61.000 millones que reportó para el año 2013.