Obama pide en La Habana avanzar hacia la democracia y Castro niega presos políticos
Presidente estadounidense afirma que derechos humanos no arruinarán acercamiento, pero pueden ralentizarlo.
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El Air Force One del gobierno estadounidense aterrizó el domingo en el aeropuerto cubano José Martí. Cuando el presidente Barack Obama pisó el suelo de La Habana confirmó el hito para el que todos llevaban semanas preparándose: la primera visita de un presidente de Estados Unidos en el cargo en 88 años.
La emoción generada por esta visita oficial no impidió que Obama y su homólogo cubano, Raúl Castro, mostraran abiertamente su desacuerdo en materia de derechos humanos o políticas económicas y sociales en su primera rueda de prensa conjunta. Ambos mandatarios coinciden en que se han logrado avances en las relaciones en los últimos quince meses, pero aún queda mucho trabajo por hacer.
"La relación entre nuestros gobiernos no cambiará de la noche a la mañana", dijo Obama ante la prensa reunida en el Palacio Presidencial.
El lastre del embargo
El mandatario cubano anunció que ambos países firmaron un acuerdo de cooperación agrícola y de colaboración para combatir el virus Zika y el cáncer. Para Castro, sin embargo, hay dos cuestiones fundamentales para que las relaciones pasen a un siguiente nivel: el embargo económico y la devolución del terreno en que se asienta "ilegalmente" la base naval de Guantánamo de EEUU.
"Mucho más pudiera hacerse si se levantara el bloqueo de EEUU", dijo Castro. Para el mandatario, aunque reconoce el esfuerzo de Obama y la postura de su gobierno contra el bloqueo, se trata del "obstáculo más importante para nuestro desarrollo económico y el bienestar del pueblo cubano".
En respuesta, Obama insistió en que se está pidiendo al Congreso de EEUU que levante el embargo y achacó al año electoral la lentitud con la que se trabaja ahora mismo, asegurando que hay "un mayor interés" en poner fin a la medida.
"El embargo acabará, no estoy seguro de cuándo, pero este camino en el que estamos continuará más allá de mi gobierno porque lo que hicimos durante 50 años no sirvió ni para nuestros intereses ni para los de Cuba", aseguró Obama en respuesta a uno de los periodistas que cuestionó la continuidad de su posición con la llegada de un nuevo presidente.
Para los expertos, Obama es consciente de que es poco probable que el Congreso levante el embargo antes de que acabe su mandato en enero. Sin embargo, apuesta a que el acercamiento entre ambos países sea irrevocable sin importar quién le suceda en la Casa Blanca. "Puede que haya aspectos del embargo que todavía podamos arreglar según los vayamos detectando", indicó Obama asegurando que es buena señal que una treintena de legisladores le hayan acompañado en su visita a Cuba.
Democracia y derechos
Otro punto crítico del diálogo bilateral es la postura que sostiene cada país en cuanto a la democracia y a los derechos humanos. Para Obama estos cuestionamientos sobre la isla son "uno de los obstáculos para fortalecer los lazos", aunque confía en llegar a un punto de entendimiento, al igual que ha pasado con otros países como Vietnam o China, con los que mantiene relaciones comerciales.
"Tengo profundas diferencias con el gobierno chino. Ese cambio tiene que surgir en los países. Tengo fe en que el cambio llegará", dijo Obama. "El destino de Cuba no será decidido por EEUU ni por ninguna otra nación. El futuro de Cuba será decidido por los cubanos".
Según el mandatario estadounidense, los derechos humanos no van a arruinar el acercamiento, pero pueden ralentizar el ritmo.
En este aspecto, y en respuesta a un periodista de la sala, Castro fue tajante: "Deme los nombres de los presos políticos y serán liberados hoy". El mandatario defendió como derechos la salud y la educación, gratuitos en Cuba, frente al sistema estadounidense al que califició de abuso a los derechos humanos.
"Nos resulta inconcebible que un gobierno no defienda y asegure el derecho a la atención médica, educación, seguridad social, provisión de alimentos y desarrollo, igualdad de remuneración y derechos de los niños", dijo Castro recalcando que ningún país cumple las 61 instrucciones sobre derechos humanos. "Nos oponemos a la manipulación política y los dobles estándares en el enfoque de los derechos humanos".
Western union permitirá envíos globales hacia la isla
La empresa estadounidense de transferencia de dinero Western Union anunció ayer que ofrecerá a sus clientes la posibilidad de enviar remesas de dinero a Cuba desde otros países además de EEUU a partir del segundo semestre.
"Por primera vez, los cubanos y otros ciudadanos se unirán a sus contrapartes en EEUU en el envío de remesas hacia Cuba en unos minutos a través de nuestra plataforma", dijo en un comunicado. Las remesas podrán ser enviadas a miembros de la familia y otros ciudadanos para gastos familiares y personales y apoyo a la actividad económica privada. Según la empresa, 1,4 millones de cubanos residen fuera de la isla y en 2013 las remesas hacia Cuba alcanzaron los US$ 2.800 millones, 90% desde EEUU. Estas remesas llegan al 62% de los hogares cubanos y sostienen casi el 90% del comercio local y miles de empleos. Actualmente, Western Union tiene 490 locales en 168 municipios del país.