Hace siete meses, Gloria Álvarez saltó a la fama después de realizar un discurso en contra del populismo en América Latina en el Parlamento Iberoamericano de la Juventud celebrado en Zaragoza, España, presentación que se viralizó en Internet.
En su intervención, esta cientista política guatemalteca de 30 años hizo un llamado a desmantelar el populismo a través de la tecnología. "Ya el debate de izquierdas y derechas es más utilizado por los populistas que por las personas que estamos tratando de rescatar las instituciones", declaró en dicha ocasión antes de agregar que el populismo "se encarga de reescribir Constituciones para poderlas acomodar a los antojos de los diferentes líderes corruptos que tenemos en Latinoamérica".
La representante del Movimiento Cívico Nacional está en Chile invitada por la Fundación Para el Progreso para participar en diversos foros sobre populismo. En entrevista con DF, Álvarez destacó que Chile no es parte de la agenda populista que ha surgido en la región, aunque advirtió que es necesario estar alertas.
- ¿Cuál es su visión sobre los populismos en América Latina?
- Definitivamente no son casualidad. Es una agenda que se está siguiendo desde que se delimitó en el foro de Sao Paulo El Socialismo del Siglo XXI y el trabajo que hemos hecho en el Movimiento Cívico Nacional es que definitivamente la mayor amenaza de estos populismos es que están afectando la institucionalidad de nuestras repúblicas. Los poderes en lugar de tener independencia se están amalgamando bajo lo que el Ejecutivo quiere, al mismo tiempo que se perpetúa un daño psicológico en las sociedades donde se busca dividir a las personas.
- ¿Cuáles son los principales casos de populismo en la región?
- El populismo está presente básicamente en cualquier campaña política de partidos de izquierda y de derecha, desde México hasta Argentina. En todos lados podemos ver ese discurso de caudillos con promesas falsas, que están manipulando a las poblaciones más rezagadas en el sistema justicial y educativo. Obviamente Venezuela y Cuba están en la punta de la lanza, luego están Bolivia, Ecuador, Nicaragua. Brasil y Argentina también están sufriendo una corrupción institucionalizada donde el populismo es evidente.
- Y en este contexto, ¿cómo ve a Chile?
- Chile está muy lejos de entrar a esa agenda populista, aunque obviamente se están hablando de casos de empresas que están financiando partidos por debajo de la mesa, casos de favoritismo político con el hijo de Bachelet. Sin embargo, Chile hace un excelente trabajo en investigar y fiscalizar. Estos actos no están pasando impunes y lo que está pasando en Chile se toma con mucha seriedad y mucha alarma cuando en el resto de los países de América Latina es lo más normal que una empresa financie un partido por debajo de la mesa.
Creo que la sociedad chilena tiene que tener conciencia de que el populismo se infiltra y no es de un día para otro, sino que es como la fábula de las ranas en la olla con agua, esto va poquito a poco y el precio de tener una buena institucionalidad es la eterna vigilancia de los ciudadanos y que no se puede bajar la guardia pensando que se puede confiar plenamente en los gobiernos.
- ¿Considera que Chile sigue siendo un ejemplo para el bloque?
- Sí, por supuesto que es un gran referente en muchos aspectos. El país sigue teniendo una institucionalidad muy fuerte, sigue siendo un ejemplo económico, con una clase media bastante amplia, una igualdad que no la tiene cualquier país de América Latina.
- Algunos de los juicios de los casos de corrupción se han transmitido en vivo y en directo por televisión. ¿Es bueno esto?
- Creo que es súper positivo que la ciudadanía pueda estar al tanto de lo que está sucediendo y que la televisión le dé el acceso de ver cómo se están llevando los juicios, quién está defendiendo su punto, cuáles son las pruebas. Tener a una ciudadanía informada hace que la gente esté consciente de que el sistema de justicia funciona.
- ¿Es positivo que se destape este tipo de casos?
- Absolutamente. El ciudadano debería tener muchísimo más control de cómo se pagan sus impuestos y cómo son invertidos. Soy una gran defensora de que la tecnología debería utilizarse para tener portales web actualizados y eficientes donde el que paga impuestos pueda decidir incluso hacia dónde van los tributos.