A casi dos años de haber lanzado el tercer programa de alivio cuantitativo, la Reserva Federal de EEUU decidió recortar por octava vez consecutiva las compras de activos, con lo que le puso fin a la medida cuyo objetivo era impulsar la economía.
La institución citó el avance del mercado laboral como razón para retirar los últimos US$ 15 mil millones de la iniciativa estrenada en diciembre de 2012. Tras su penúltima reunión del año, el Comité Federal de Mercado Abierto opinó que "ha habido una mejora considerable en la perspectiva para el mercado laboral desde el comienzo de su actual programa de compras". Además, ve suficiente fortaleza en la economía para apuntalar el cumplimiento de las metas de inflación de 2% y de pleno empleo.
"En consecuencia, el Comité decidió concluir su programa de compra de activos este mes", decía el comunicado.
Cambios en el lenguaje
En un movimiento inesperado, el banco central abandonó la descripción previa de que "se mantiene una significativa subutilización de los recursos laborales". La expresión fue suavizada a "la subutilización de los recursos laborales está disminuyendo gradualmente".
Además, el organismo liderado por Janet Yellen se refirió al descenso que han experimentado en el último tiempo los precios y se mostró confiado en que es un fenómeno temporal. "Si bien la inflación en el corto plazo probablemente estará contenida por los menores precios de la energía y otros factores, el Comité juzga que la probabilidad de que la inflación esté persistentemente por debajo de 2% ha disminuido algo desde inicios de año".
Aumento de tasas
Con el estímulo finalizado, ahora el foco se trasladará hacia cuándo la Fed empezará a normalizar las tasas de interés desde su actual nivel de entre 0% y 0,25%.
El ente emisor reafirmó su visión de que el actual rango sigue siendo apropiado y que probablemente será adecuado mantenerlo "por un tiempo considerable" luego del término de las compras de activos.
Sin embargo, advirtió que si los próximos datos indican un progreso más rápido hacia los objetivos de empleo e inflación que lo que ahora espera el Comité, entonces los aumentos en la tasa "probablemente ocurrirán más temprano que lo anticipado actualmente".
Por el contrario, si la mejora es más lenta que lo previsto, entonces los incrementos probablemente se producirán después de lo esperado en estos momentos.
Tono duro
Según los analistas, el tono de la declaración muestra un leve cambio hacia una postura más agresiva.
Paul Ashworth, economista jefe para EEUU de Capital Economics, afirmó en una nota a clientes que el banco central cree que se está acercando a su meta de pleno empleo y que no está convencido de que está perdiendo terreno para cumplir con su mandato de estabilidad de precios. "Diríamos que eso fue, en el mejor de los casos, un giro ligeramente hawkish", término que hace referencia a un endurecimiento en la política.
Paul Edelstein, economista de HIS Global Insight, también cree que el tono fue bastante hawkish, ya que no hubo una promesa más fuerte de mayor estímulo si es que la inflación y las expectativas de inflación continúan bajando.
Ambos también mencionaron el voto disidente de Narayana Kocherlakota de la Fed de Minneapolis, conocido por su visión pro-estímulo, como un signo de una actitud a favor de la normalización.
Retiro causará agitación en los mercados
El ex presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, Alan Greenspan, dijo ayer que el banco central no será capaz de retirar su actual política expansiva sin generar cierta agitación en los mercados financieros.
Durante su intervención en el Consejo de Relaciones Exteriores que se realizó ayer en Nueva York, quien fuera presidente de la Fed entre 1987 y 2006 mostró sus dudas sobre la capacidad del regulador monetario para diseñar una estrategia de salida de las medidas de estímulo que no dañe a los mercados. Greenspan evitó usar la palabra "crisis", pero aseguró que el término "confusión" era un buen sustituto.
"No creo que sea posible" poner fin a los estímulos de la Fed sin causar agitación en los mercados financieros, señaló el economista de 88 años.
Pese a que el programa de compra de bonos de la Fed ha tenido un "éxito enorme" en impulsar los precios de los activos, no ha galvanizado una demanda efectiva en la economía real, aseguró Greenspan.
La compra de bonos ha tenido un "efecto significativo" en los ratios de precios sobre ganancias, tasas de capitalización en el mercado inmobiliario y todos los activos ingresos-ganancias, al "bajar la tasa real de retorno de los activos de largo plazo", explicó.
Sin embargo, el programa "no ha sido exitoso en el lado de la demanda por una razón fundamental", aseguró. "Lo que se está viendo, básicamente, es una explosión de activos, una explosión de balances de reserva, y esas son las únicas dos estadísticas que se están moviendo.
Greenspan evitó pronunciarse sobre si la Fed debería subir los tipos de interés a corto plazo.
Thomas Costerg, economista para EEUU de Standard Chartered: "La gran sorpresa fue que ignoraron
la reciente caída en la inflación"
- La Reserva Federal terminó su programa de alivio cuantitativo. ¿Cuál es su evaluación al respecto? ¿Diría que fue exitoso?
- Creo que el jurado sigue deliberando sobre la efectividad del programa. Existe un panorama mixto, porque la inflación sigue estando por debajo del objetivo y el crecimiento se mantiene inferior a 3% si uno analiza la expansión anual para 2014.
- ¿Cómo interpreta el comunicado de la última reunión? ¿Considera que fue pro-estímulo o pro-ajuste?
- Fue menos dovish (pro-estímulo) que lo que se esperaba. La gran sorpresa fue el hecho que ellos ignoraron la reciente caída en la inflación y en las expectativas de inflación. Decidieron estar menos preocupados sobre el panorama de la inflación.
- El Comité Federal de Mercado Abierto modificó el lenguaje para describir el mercado laboral al declarar que los indicadores sugieren que "la subutilización de los recursos laborales está disminuyendo gradualmente". ¿Por qué realizaron este cambio?
- Esto se esperaba en cierto grado, porque la tasa de desempleo está por debajo de 6%. Es necesario mencionar que dos miembros considerados hawks (pro-endurecimiento) no disintieron en esta reunión, probablemente porque estaban felices con que el tono sobre el mercado laboral fuera más optimista.
- En contraste, los funcionarios no eliminaron la frase sobre mantener las tasas de interés en un nivel bajo "por un tiempo considerable" después de que termine la compra de activos. ¿Por qué?
- Ellos saben que el mercado ha estado muy volátil recientemente y no hay ningún daño en mantener esa expresión por ahora. Sin embargo, creo que la Fed podría reconsiderarlo en la sesión de diciembre.
- ¿Cuándo cree que el banco central comenzará a elevar los tipos?
- En junio.
- ¿Y qué tan rápido normalizará su política?
- El ciclo de ajuste será muy gradual, más que en 2004-2006. La Fed subirá las tasas en 100 puntos base por año, a un máximo de 3%, menor que el 5,25% de 2006.
- ¿En qué nivel estarán las tasas a finales del próximo año?
- Esperamos que terminen en 1%.
Países emergentes se enfrentan a un salto a lo desconocido
Por James Kynge
Por seis años, los mercados emergentes han vivido en un mundo definido por las políticas de dinero fácil de la Reserva Federal de Estados Unidos. Olas de liquidez han viajado de las economías desarrolladas a las emergentes, financiando inversiones de infraestructura y corporativas y permitiendo un auge del consumo.
El anuncio de ayer de la Fed de que el alivio cuantitativo (QE, su sigla en inglés) llegó a su fin representa un punto de inflexión y un salto a lo desconocido.
El fin de las compras de activos llega en momentos desafiantes para los mercados emergentes, debido a una confluencia de tendencias adversas e interconectadas. La economía china se está desacelerando, como la de la zona euro, liderada por una demanda alemana subpar.
La caída en los precios de los commodities, un freno al crecimiento de exportadores de commodities como Brasil, Rusia y Chile, ha sido impulsada en parte porque los mercados esperaban el fin del QE.
El retiro del estímulo monetario de EEUU ha apuntalado una apreciación del dólar, moneda en la que la mayoría de los commodities están valorados. Un dólar al alza hace que los commodities denominados en dólares sean más caros para los compradores, creando presión a la baja en los precios para los vendedores.
Nomura predice que una canasta de 19 precios de commodities de alimento, energía y metal podría caer 10% en el cuarto trimestre, después de bajar 12% entre junio y fines de octubre. Especialmente llamativo ha sido el descenso del precio del petróleo, con el crudo Brent cayendo 17% a US$ 86 el barril.
"En el auge de los commodities de los últimos dos años, muchos países emergentes vieron un crecimiento sólido, provocando la formación de lo que muchos llaman ahora la 'nueva clase media'", dijo Rob Subbaraman, economista jefe de Nomura. "Una caída sostenida en los precios de los commodities podría... significar un descenso permanente en el crecimiento potencial si no se aplican reformas. Esto podría causar inestabilidad política, que podría afectar negativamente a la política económica".
En las mentes de muchos analistas, el futuro depende de lo que la Fed haga próximamente. Si se mueve rápidamente hacia una política económica más agresiva, generando un alza en las tasas de interés, el resultado para los mercados emergentes podría ser severo.
Para Craig Botham, economista de Schroders, son particularmente vulnerables los mercados de deuda que se han dilatado con efectivo inflado por el QE y que no han hecho nada para financiar los déficit fiscales, proyectos de infraestructura y planes de expansión de las empresas.
Sin embargo, incluso con todas las señales negativas, hay aspectos positivos. La caída en los precios de las materias primas está provocando un descenso en las presiones inflacionarias en buena parte del mundo emergente, dando espacio a los bancos centrales para mantener una política monetaria más relajada. Y aunque la Fed terminó sus compras de activos, el Banco de Japón sigue ocupado comprando bonos del gobierno. El Banco Central Europeo podría seguirlo si el crecimiento de la zona euro sigue decepcionando.
La era de liquidez abundante no ha terminado.