La economía de Estados Unidos se contrajo por primera vez en tres años en el primer trimestre, debido al impacto de un invierno (boreal) severo, pero hubo señales de que la actividad experimentará un fuerte rebote, lo que impulsó al índice S&P 500 a alcanzar un nuevo récord.
El Departamento de Comercio informó ayer que rebajó la estimación del Producto Interno Bruto a una contracción de 1% anual, desde la estimación previa de un crecimiento de 0,1%.
El peor desempeño desde el primer trimestre de 2011 reflejó un ritmo mucho menor de acumulación de inventarios y un déficit comercial mayor al estimado, factores que de todos modos son temporales.
“La carrera aún no se ha terminado para la economía. Seguimos esperando un sólido final de año. El nivel de inventarios se reconstruirá, impulsando el PIB a casi 4% en el segundo trimestre”, dijo a Reuters el economista financiero jefe de Bank of Tokyo-Mitsubi-shi, Chris Rupkey.
La contracción también refleja una caída en el gasto de las empresas y las estructuras no residenciales. Los analistas estiman que el clima pudo haber quitado hasta 1,5 punto porcentual al crecimiento. El gobierno, sin embargo, no entregó detalles del impacto del clima.
“No me preocuparía mucho por la caída, está impulsada en gran parte por un menor gasto en construcción y menor acumulación de inventarios. Este trimestre debería ser bueno”, consignó a Bloomberg el economista senior de Moody’s Analytics, Ryan Sweet.
Mercado laboral
Un informe separado del Departamento de Trabajo mostró ayer que las postulaciones para subsidios por desempleo bajaron en 27 mil la semana pasada, a una cifra ajustada estacionalmente de 300 mil.
El promedio móvil de cuatro semanas, una medida más certera de las condiciones subyacentes del mercado laboral, bajó a su menor nivel desde agosto de 2007.
Otro reporte mostró que los contratos pendientes para comprar viviendas usadas subieron por segundo mes consecutivo en abril, una señal positiva para el debilitado mercado inmobiliario.
Los informes se sumaron a los datos de manufacturas y contratación que han alimentado las esperanzas de un fuerte rebote en el segundo trimestre.