En 2012 fue decretada la quiebra de la entonces llamada Clínica Alemana de Puerto Varas. A través de la Fundación Hospital San José, que lleva el nombre del recinto que comenzó a operar en ese lugar en la década de 1910, un grupo de descendientes de colonos europeos gestionaba la clínica, pero ese año ya no pudo seguir sosteniendo su situación financiera.
La liquidación no fue el fin del establecimiento. Tras desembolsar un monto cercano a $3.000 millones, en 2016, los exsocios controladores del Banco Internacional se quedaron con la propiedad de la empresa, mediante la sociedad Baninter. Así, nombres como el fundador de Sonda, Andrés Navarro; el exdueño de los supermercados Santa Isabel y accionista de Grupo Patio, Eduardo Elberg; el líder del grupo Empresas Tánica, Christoph Schiess; y el expresidente del Banco Internacional, Julio Jaraquemada -aunque este último ya abandonó Baninter-, ingresaron como accionistas. En ese momento, la raíz germánica también salió del nombre del inmueble, que pasó a llamarse Clínica Puerto Varas.
Además, de acuerdo a lo publicado por este medio en 2019, el exgerente general del grupo Banmédica y hoy flamante nuevo presidente de la Clínica Las Condes (CLC), tras la entrada de Indisa y EuroAmerica a su propiedad, Carlos Kubick, también se asoció con los accionistas de Baninter. De todos los mencionados, Kubick es el único que participó personalmente en el directorio de la Clínica Puerto Varas, aunque ya no ocupa esa posición.
Ninguno de los accionistas señalados había participado directamente de esta compañía, que además es una operación muy acotada para la escala que manejan estos inversionistas, por lo cual quieren salir y dedicarse a sus negocios principales.
La entrada de los socios de Baninter tuvo que ver con que el Banco Internacional era dueño del inmueble que operaba la Fundación y ese fue el vínculo por el cual se hicieron propietarios tras la quiebra.
Las vallas del proceso
Según confirmó DF con cuatro personas que han participado del proceso, al menos desde agosto que la clínica se ha estado ofreciendo a eventuales compradores.
Una de esas fuentes relató que existieron conversaciones con grupos como RedSalud, el conjunto de prestadores ligado a la Cámara Chilena de la Construcción (CChC), y con Red Interclínica, grupo chileno que opera clínicas en Iquique, Quilpué y La Calera y la Nueva Clínica Cordillera en Las Condes, además de la San José de Arica, que adquirió a Bupa hace un año. Sin embargo, ninguna de esas negociaciones ha prosperado.
Gobierno ya puso la primera piedra para un nuevo hospital en Puerto Varas El escenario de la industria de la salud en Puerto Varas no solo tendrá cambios en el sector privado. En junio pasado, las ministras de Salud y Obras Públicas, Ximena Aguilera y Jessica López, respectivamente, encabezaron la ceremonia de la primera piedra de un nuevo hospital para la ciudad. El nuevo recinto, de acuerdo al MOP, tendrá una superficie de 59 mil m2, 190 camas y “beneficiará a 158 mil habitantes de las comunas de Puerto Varas, Cochamó, Llanquihue, Frutillar, Fresia y Puerto Montt (sector Alerce). Además, tendrá distintas especialidades como medicina interna, pediatría, psiquiatría, geriatría, radiología, anatomía patológica, fisiatría, entre otras”.
Quien sí sigue en conversaciones para quedarse con la Clínica Puerto Varas es la Asociación Chilena de Seguridad (ACHS), pero el éxito de esas tratativas dependerá de superar el mismo obstáculo que ha entrampado los intentos anteriores: acordar un precio de venta que deje conforme a ambas partes, teniendo en cuenta el desempeño del activo.
De acuerdo a antecedentes a los que tuvo acceso DF, Clínica Puerto Varas, a junio de 2024, cargaba con una deuda financiera que ascendía a $12.000 millones, número que superaba al patrimonio de la compañía, en esa fecha, equivalente a unos $11.500 millones.
En 2023, el prestador privado cerró el año con ingresos por $21.127 millones, que se tradujeron en un Ebitda de $1.331 millones, por lo que la razón de deuda financiera sobre Ebitda estaría en niveles cercanos a 9x.
Dos fuentes que han analizado el inmueble señalan que el centro de salud apunta a un segmento socioeconómico medio-alto que se ha instalado a vivir en Puerto Varas, pero que, sin embargo, muchas de sus atenciones de salud las hace en Santiago, algo que se repite en distintas regiones del país.
Además, a poco más de 20 kilómetros, en Puerto Montt, hay otros actores que le disputan los pacientes que cotizan en Fonasa. Uno de ellos es la propia ACHS, lo que implicaría que, en el caso de persistir con esa adquisición, la mutual debería pasar por la Fiscalía Nacional Económica (FNE) para que analice la concentración de mercado.
De hecho, en Puerto Montt, la Asociación compite justamente con el grupo Andes Salud, red de clínicas regionales ligada a inversionistas de la Región del Biobío, entre ellos Nicolás Imschenetzky, que acudió al Tribunal de Defensa de la Libre Competencia (TDLC) con una consultada orientada en contra de la expansión de la ACHS fuera del seguro laboral obligatorio.
Con todo, la Clínica Puerto Varas cuenta con unos 15.000 m2 construidos, cuatro pabellones quirúrgicos, 80 camas de hospitalización, 12 boxes de urgencia, 50 de consultas médicas y unos 230 médicos.