Brasil vuelve a flexibilizar encaje bancario ante desaceleración económica
La flexibilización inyecta de forma inmediata US$ 4.545,4 millones en la economía.
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El Banco Central brasileño anunció hoy una nueva flexibilización del encaje bancario, que puede elevar la liquidez del sistema financiero en unos 25.000 millones de reales (unos US$ 11.363,6 millones), ante indicadores que muestran que la economía sufrirá una fuerte desaceleración este año.
El organismo emisor ya había anunciado el mes pasado una reducción del encaje bancario y otras medidas para elevar la liquidez del mercado en cerca de 45.000 millones de reales (unos US$ 20.454,5 millones).
Según el Banco Central, las nuevas medidas dan continuidad a la distribución de liquidez en la economía con la alteración del ajuste bancario sobre depósitos a plazo, es decir con una reducción del porcentaje de recursos que los bancos tienen que dejar depositados en el emisor de lo que reciben de sus clientes.
Una de las medidas anunciadas hoy eleva desde el 50% hasta el 60% el porcentaje del ajuste bancario sobre depósitos a plazo que los bancos pueden destinar a préstamos para sus clientes.
La flexibilización inyecta de forma inmediata 10.000 millones de reales (unos US$ 4.545,4 millones) en la economía, según los cálculos del emisor.
El Banco Central igualmente revirtió varias medidas para restringir el crédito adoptadas en 2010, cuando el país enfrentaba los efectos de la crisis económica internacional, lo que puede inyectar otros 15.000 millones de reales (unos US$ 6.818,2 millones) en el mercado.
"Se espera que las medidas amplíen el acceso de pequeñas empresas al crédito y fortalezcan el comercio exterior", según un comunicado de la entidad.
El Banco Central redujo en junio su previsión para el aumento del crédito bancario este año desde el 13 % calculado inicialmente hasta un 12 %, porcentaje inferior a los registrados en 2013 (14,6 %) y 2012 (16,4 %).
El organismo agregó que los nuevos ajustes "consideran la fase actual del ciclo de crédito en Brasil y forman parte de procesos de revisión de las medidas macroeconómicas prudenciales adoptadas desde 2010".
Según el ministro de Hacienda, Guido Mantega, la menor oferta de crédito este año ha agravado los problemas que enfrenta la economía del país para crecer.
Las medidas para intentar elevar el crédito fueron anunciadas cinco días después de que el Banco Central divulgara un indicador que utiliza para prever el comportamiento del Producto Interior Bruto (PIB), según el cual la economía brasileña se retrajo un 1,20 % en el segundo trimestre del año frente al primero.
Los analistas del mercado financiero, que vienen reduciendo desde hace doce semanas su proyección para el crecimiento de Brasil en 2014, prevén para este año una expansión de sólo un 0,79 %.
Esa proyección augura una fuerte desaceleración económica tras la ligera recuperación de 2013. Luego de haber registrado una expansión del 7,5 % en 2010, el crecimiento de la economía brasileña fue del 2,7 % en 2011, de sólo el 1,0 % en 2012 y del 2,3 % en 2013.
La economía brasileña enfrentó en los primeros meses del año dificultades por el aumento de la inflación, que redujo el poder adquisitivo de las familias y obligó al propio organismo emisor a elevar la tasa básica de interés hasta el 11 % anual, su mayor nivel en tres años y medio.
Los expertos apuntan al encarecimiento del crédito como uno de los motivos de la desaceleración de la economía brasileña.