El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, continúa hoy con su acelerado ritmo de cambios en materia económica, política y de seguridad.
Además de pedir que se apruebe rápidamente un proyecto de ley para proteger a los funcionarios de seguridad, solicitó la aplicación de medidas para abrir la competencia en el sector bancario y anunció que se aumentará el Impuesto sobre las Operaciones Financieras (IOF).
Competencia bancaria
En entrevista con el diario Valor Económico, el actual gobernador del banco central, Ilan Goldfajn, dijo que es probable que Bolsonaro confiera poderes al ente emisor para aprobar la entrada de nuevas entidades extranjeras a la nación.
La medida podría fomentar la competencia en un sistema bancario altamente concentrado, en el que los cinco prestamistas más grandes poseen el 85% de los activos totales. Actualmente, los bancos extranjeros necesitan un decreto presidencial para operar en el país.
Esta flexibilización ya fue hecha para las "fintechs", en decreto firmado por el expresidente Michel Temer a finales de octubre. El entonces madatario no quiso, según Goldfajn, extender las reglas a los bancos, pero el asunto ya fue discutido con el equipo de Bolsonaro durante la transición.
La nueva administración también deberá encaminar al Congreso un proyecto de ley estableciendo como atribución del banco central la aprobación del nombramiento de dirigentes de entidades públicas. Otro decreto ya impondrá a los directorios la obligación de someter los nombres de los indicados a la autarquía.
Sin gran impacto
Respecto del alza del IOF, Bolsonaro dijo que será elevado en una "fracción" y afirmó que la meta del equipo económico es que no tenga más "aumento de carga tributaria".
Según el Ejecutivo, el aumento servirá para compensar las pérdidas generadas con la ampliación de los beneficios fiscales en las regiones Norte y Nordeste hasta 2023. Sin embargo, aún se desconocen los detalles de este decreto presidencial.
El impacto total, que no estaba previsto en el presupuesto, era de 3.500 millones de reales al año, pero debe ser menor con los vetos que hizo Bolsonaro.
Sin embargo, la medida "no es positiva, pero tampoco tendría impacto relevante para la reanudación del crecimiento del crédito", según explicó a Valor Alberto Ramos, economista para América Latina de Goldman Sachs.
A su juicio, el crecimiento del crédito dependerá más de la reanudación de la confianza de los consumidores y de la aceleración del crecimiento económico.
