Sergio Cardone adelanta los lugares en los que Ikea se instalará en Chile
El empresario y presidente de Mallplaza cuenta además cómo llegó a involucrarse en los “temas país” que hoy copan su agenda, como los encuentros 3xi, el programa Compromiso País y el G100.
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Hace muchos años que el presidente del directorio de Mallplaza, Sergio Cardone Solari (70) conoce a Alfredo Moreno. Se conocen desde la universidad y luego fueron directores juntos durante 10 años en Falabella, donde se hicieron amigos.
Por eso no fue de extrañar que cuando este último asumió en 2017 como presidente de la CPC, Cardone lo llamara inmediatamente y le dijera que no se podía rodear “de puros viejos con olor a naftalina”, le propusiera acercarse a los emprendedores y le sugiriera organizar un tipo de encuentros diferentes, que se transformaron luego en los 3xi.
Tampoco extrañó que fuera uno de los primeros en sumarse al programa de gobierno Compromiso País, que lidera Moreno desde el ministerio de Desarrollo Social.
El empresario, sobrino de Reinaldo Solari y miembro de la familia propietaria de Falabella, se nota entusiasmado. En el ámbito de los negocios, las buenas noticias vinieron el año pasado por el lado de Mallplaza, que concretó la mayor apertura de la bolsa local, levantando US$ 530 millones.
Pero lo que hoy concentra su atención son los temas “país” y de apoyo al emprendimiento, a los que dedica en torno a un 40% de su tiempo a través de entidades como el G100 –grupo de 100 empresarios que apoyan a la Asech para masificar el emprendimiento en Chile-, Compromiso País y los encuentros 3xi.
-¿Le preocupa el país?
-Mucho. Por suerte en esta última etapa de mi vida empresarial he podido dedicarle bastante tiempo a todos estos temas.
-¿En qué sentido?
-Siempre me he hecho la pregunta de cómo hacer que las empresas cumplan más claramente su rol social. Por eso me encantan las empresas B, que se definen de esa manera, en que las utilidades son una consecuencia de cumplir bien su rol social, para lo que nacieron. Hay muchas empresas viejas a las que se les olvidó para qué nacieron, porque el fundador ya murió. Entran a una maquinaria y pierden el sentido del trabajo. Y la empresa moderna y los millennials te plantean esas preguntas. Si a un millennial le das una mala respuesta, no entra, se va a otra empresa, lo que es fantástico.
-¿Y cómo ve la discusión política?
-Me complica que en el Congreso para lo único que se ponen de acuerdo es para vetar. Inmovilizar. El objetivo es que a este gobierno le vaya mal. Eso no me parece. Además creo que los políticos en general están algo obsoletos, siguen con el juego de derecha e izquierda. Y cuando uno habla con la gente joven se da cuenta de que ellos ven las cosas de otra manera. En ese sentido, los políticos apuntan mal.
Pero qué pasa con Compromiso País: es un tema que no es de derecha ni de izquierda, hay gente de todos lados. Igual que los 3xi. No tiene esa definición. Su centro es el encuentro. A partir de ahí, cuando todos se sienten incluidos, porque nadie pregunta de qué partido es el otro, se descubre el potencial que hay al conocerse. Ese es el nuevo Chile. El Compromiso País toma esos conceptos, a una escala más grande, con el peso del Ministerio de Desarrollo Social y los distintos ministerios.
-¿Una forma distinta de hacer política pública?
-Sí, la forma de la nueva generación, que es menos dogmática y que entiende perfectamente bien todo esto. Mira el eslogan del 3xi: “Hacia una cultura del encuentro”. En el encuentro está la clave.
Los “pares improbables”
El ingeniero comercial de la UC, casado y padre de cuatro hijos, cuenta que fue hace unos 15 años cuando empezó a involucrarse en los temas sociales que hoy copan parte importante de su agenda.
En ese entonces participaba de la fundación Desafío por la Humanidad -liderada por Pedro Arellano Marín, hermano del exministro José Pablo Arellano- que organizaba encuentros para conocer a personajes internacionales que estaban cambiando el mundo. Fue ahí donde coincidió con Alejandra Pizarro -actual presidenta de la Comunidad de Organizaciones Solidarias (COS), que agrupa a 200 ONGs y que actualmente está en el directorio de Compromiso País- y a Gonzalo Muñoz, uno de los fundadores de Triciclos.
A Muñoz se le ocurrió organizar los Aconcagua Summit, eventos que reunían a empresarios, líderes sociales y políticos para hablar del país, a los que se sumó Sergio Cardone. La idea era armar grupos de conversación, bajo el modelo de “pares improbables”: reunir gente que no se conocía y que difícilmente podía llegar a conocerse de otra manera. Sin power points ni presentaciones. “Fue la primera vez que conocí y conversé largamente con mapuches”, recuerda hoy.
De ahí nace la inspiración para los encuentros 3xi –de los que ya se han realizado 14- y luego para el programa del gobierno. “El concepto de los pares improbables reaparece en las mesas del Compromiso País. Las soluciones tienen que venir de abajo para arriba”, explica el empresario.
Como ejemplo, cuenta que en la mesa que busca soluciones para las personas de calle hay gente que vive en esa situación. “Ahí la conversación cambia. Eso es fundamental”.
-¿Cuáles son los próximos pasos de Compromiso País?
-Este programa no tiene fecha. Busca solucionar 16 problemas que están definidos, pero que pueden cambiar mañana. Pero lo que propone es una nueva forma de trabajar. Las sinergias que se producen al sentar a la mesa a un grupo diverso son infinitas. Esto enriquece a las autoridades. En el tema de los campamentos, por ejemplo, había datos de hace tres años que hablaban de 25 mil familias en campamentos. Todos creían que los campamentos iban en disminución. Pero no. El número de familias se ha duplicado. El Techo para Chile, que sabe mucho de este tema, ha georreferenciado los campamentos y lo tiene súper claro. Todo se enriquece al tener distintos actores sentados a la mesa.
Sergio Cardone da dos ejemplos más. El programa +R para capacitar y luego reinsertar a mil exconvictos este año en el mundo laboral y el programa que permitió que 11.500 personas que en agosto pasado estaban en lista de espera ya hayan sido operadas. “Eso se hizo llamando a las clínicas privadas, pidiéndoles usar los pabellones en días sábados y domingos en que están vacíos, consiguiendo medicamentos más baratos, y otras medidas de ese tipo. Esto es muy difícil de hacer para el gobierno, pero cuando entra la sociedad civil es distinto. Está lleno de gente que quiere hacer cosas por Chile”, dice.
"Tres Ikea en Santiago y uno en Concepción"
Sergio Cardone cuenta cómo se gestó la apertura en bolsa de Mallplaza del año pasado, que logró todo un hito: convertirse en la mayor colocación en la historia del mercado local, recaudando US$ 530 millones. "Mallplaza es propiedad 60% de Falabella, 20% de Tomás Müller y 20% de Thomas Fürst. Cuando partimos, hace 28 años atrás, definimos un pacto de accionistas que termina en 2020, en que pusimos una cláusula que estableció que si ellos querían salir, podían pedir una apertura en bolsa". Entonces, antes de que terminara el pacto se implementó: "Es una solución fantástica para los minoritarios y se evitan los conflictos", resume.
Con la satisfacción "de una empresa muy bien valorizada" explica las razones del alto interés que despertó la colocación: además de valorar a la administración y que Falabella esté detrás, asegura que la vieron como una compañía segura. "Los arriendos son algo seguro. Muchas personas invierten sus ahorros en propiedades para arrendar. El concepto es el mismo. Si bien hay empresas más seguras como las que venden agua o electricidad, esas tiene precios regulados, entonces si un gobierno se les pone chúcaro, la cosa se complica".
- Pero ustedes también enfrentan riesgos. En su carta a los accionistas dijo que el e-commerce los está "poniendo a prueba"
- En términos relativos, somos los malls que estamos más diversificados: tenemos mucho en entretención (cines, restaurantes...), educación y salud (clínicas). Además uno puede seguir haciendo cosas como oficinas, hoteles, departamentos para arrendar y no hay que estar comprando terreno porque ya lo tienes. El comercio electrónico pega primero en los barrios más altos, aunque después se extiende, y nosotros estamos más en sectores medios.
Lo que quiero decirte es que hay muchas maneras de prepararse. El otro día leí un artículo que explica cómo Walmart le ha ganado a Amazon en Estados Unidos en el tema comidas, porque está mucho más cerca de las casas y su velocidad de respuesta es muy superior.
En el caso de los malls, tenemos que apostar por la experiencia, algo que no te da la compra por internet. Las personas salen porque necesitan compartir. Tenemos que ir armando algo a partir de la necesidad de socialización. Los malls también van a empezar a realizar despachos como lo que hace Cornershop. Pero tenemos que irnos por el lado de la socialización y del esparcimiento. No te extrañe que a futuro los malls integren hasta un parque. Los parques compiten con los malls. Ahí los niños pueden jugar con otros niños, correr. Los parques están repletos. Así es que donde estemos, vamos a tratar de meter parques. En el Plaza los Domínicos, por ejemplo, estamos frente a un parque espectacular. La antigua casa de los Gandarillas, que es prácticamente un museo. Tiene un parque que hoy es municipal y está pegado a nuestro mall. Se podría hacer un puente bonito y conectarlos. En el Plaza Sur, camino a San Bernardo, tenemos 30 hectáreas vacías. Antes las íbamos a vender pero ahora estamos pensando qué hacer ahí. Hay muchas ideas... Llegó Fernando Fischmann y nos propuso hacer una piscina. Imagínate. Entonces yo no digo que el comercio electrónico no nos va a afectar, pero se nos empiezan a ocurrir ideas que antes no se nos habían ocurrido, a partir de la amenaza.
-¿Cuáles son los planes para seguir creciendo?
- Tenemos varios proyectos en Perú. En Chile tenemos planeado abrir un mall en Reñaca y está lo de Ikea. Eso no es de Mallplaza, es de Falabella. Se va a poner uno donde está el Hommy, al lado del Parque Arauco. El Tottus se va a achicar un poquito. En el Plaza Oeste, al lado del mall, donde está el Tottus –que lo vamos a meter dentro del edificio-, vamos a poner otro Ikea. Va a quedar espectacular. Quedará frente a la calle, como piden ellos, que se vea desde la carretera, con dos pisos y va a tener estacionamientos bajo la tienda. En Concepción, en los terrenos que tenemos, también tenemos espacio para Ikea. En el Trébol. Y en Vespucio también tenemos espacio. Al otro lado de la calle hay un terreno de Falabella en que podríamos poner uno. Lo vamos a conectar con un puente. Tres Ikea en Santiago y uno en Concepción.