Ricardo Abumohor: “Han pasado 14 años y la Ley de S.A. Deportivas necesita una reformulación”

El fútbol y los negocios siguen siendo la pasión de Ricardo Abumohor Salman (76 años). Pendiente de cada detalle, son sus dos primeros hijos –Rodrigo y Martín-, los que han asumido la posta en el holding familiar con la representación de marcas como Arrow, Dior, Esprit, Soviet y Osito, entre otras, junto al desarrollo del rubro inmobiliario.

“Tengo la tranquilidad de tener a mis hijos de pilares, ellos están haciendo el trabajo pesado ahora, lo veo con satisfacción en lo referido al rubro vestuario -que tiene como 100 años- y se está profundizando en toda el área inmobiliaria”.

Además, el hoy presidente de O’Higgins SADP ha estado por más de 50 años dedicado al deporte, donde junto a su padre Nicolás Abumohor Touma, uno de los organizadores del Mundial de Futbol de 1962 en Chile, dio sus primeros pasos en la disciplina llegando a ser jugador de las divisiones inferiores de Palestino. Entre sus logros se cuenta haber llevado a Chile al mundial de Francia 1998 cuando era presidente de la ANFP. En 2005 la familia Abumohor compró el club O’Higgins cuando estaba en quiebra, se acogió a la Ley de S.A. Deportivas, logró sacar campeón al club celeste en 2013, y desarrolló las divisiones inferiores. Pero hoy tiene una visión crítica de la normativa del sector y urge por cambios.

“La Ley de S.A. Deportivas fue la salvación y muy importante cuando se creó, si recordemos que Colo-Colo y la U estaban quebrados, por eso era necesario darle un marco de desarrollo, pero ya han pasado 14 años y necesita de una reformulación donde existan derechos y obligaciones claras, la ley lo requiere con urgencia”, afirma.

Sostiene que si bien es un mercado atractivo para todo empresario “hay que entender que el fútbol como negocio no es como cualquier actividad, éste es un tema que le interesa al país, es un tema económico, pero también social y deportivo; por eso se debe reformular la ley para ir en desarrollo de la actividad y del país. No puede ser que en el fútbol se tomen decisiones por 15 personas y las sufren 20 millones de personas. La primera gran falencia está en que cualquiera puede comprar un club, no piden ni papel de antecedentes”.

Sobre su futuro en la presidencia de O’Higgins afirma que lo definirá en la reunión de socios a fines de abril. “Me siento bien, pero lo importante es proyectar al club a futuro, hay que buscar nuevos caminos y gente nueva que se incorpore. Hablaremos del estado del club, lo que necesitamos y para dónde vamos”.

La receta celeste

“Cuando compramos O’Higgins lo saneamos financieramente, invertimos un 20% en las divisiones inferiores, porque creemos que a los jóvenes hay que educarlos, ayudarlos y entregarles valores; tenemos un desarrollo ejemplar de los 8 a 17 años, porque hemos entregado los recursos para que eso suceda, pero otros no lo entienden y ven solo un tema económico. En la última sub 20 O’Higgins tuvo 6 seleccionados”, dice. Y agrega que se destinaron esfuerzos para mejorar la infraestructura deportiva: “compramos el monasterio celeste que era un recinto de los curas belgas, nos embarcamos en eso y hoy es un centro deportivo de primer nivel”.

Reconoce que “hoy competimos con desventaja con otros clubes a los que no les interesan los juveniles ni centros deportivos, tercerizan los jóvenes y todo ese presupuesto va para el primer equipo y traen dos o tres jugadores importantes. Pelean los torneos y te ganan, pero llega fin de año y eso se diluye, no queda nada para el país, ni se desarrolla la actividad, por eso hay que modificar la ley”.

Enfatiza que “el empresario que se mete en el fútbol debe entender que no es sólo económico, pero la mayoría no lo entiende y les pasa lo que ya sabemos. Esto es pasional y emocional. Si al país deportivo le va bien, toda la sociedad está más contenta, si hubiéramos clasificado al Mundial de Rusia el país estaría más contento”.

El empresario dice que viene "gritando" hace dos años que hay que modificar la Ley de S.A. Deportivas para actualizarla al mundo actual. "Si los estatutos que tenemos son de hace 60 años. El consejo (de presidentes) no lo va a hacer, ellos están muy cómodos en su feudo, yo dejé de ir a los consejos desde que salió elegido Sergio Jadue, todos se sumaron a los éxitos deportivos y no vieron el pantano abajo. Se los advertí a todos".

"Siento que el país hoy está enojado"

Abumohor analiza la situación actual del país: "no soy político, pero tenemos la capacidad para hacer más y eso pasa cuando nos unimos. Siento que el país hoy está enojado, hoy no bastan los discursos, la gente quiere hechos, la gente se aburrió y eso es peligroso. Propongámonos trabajar los próximos cuatro años para el país".
Confiesa que hay cosas que no puede entender, por eso no está en política. "Y no creas que no me lo han ofrecido, porque yo creo en cosas que ha dicho el PC y la UDI, si nada es absoluto. Aquí el gobierno propone una cosa y los demás no quieren ir ni a reunirse y eso lo encuentro fatal".
Pero tiene esperanza de que la situación cambie. "Apelo a eso, a trabajar unidos como país, los políticos, el gobierno y los empresarios tienen mucho que aportar para que el resto del país vuelva a creer. Yo veo al presidente Piñera que se está esforzando, lo podrán querer o no, pero no veo ese ánimo de ir con las dos manos de frente a colaborar y comprometerse con el país, siempre falta una chaucha para el peso, debemos comprometernos todos y los que más tienen, tener más generosidad".