La encrucijada de Dijon que llevó al cierre de todas sus tiendas, tras siete años bajo el alero de AD Retail

Dijon era todo lo que buscaba la administración de AD Retail en 2013 para ingresar al negocio del vestuario, un objetivo respecto del cual sus dueños, el grupo Yaconi-Santa Cruz, tenían una alta expectativa para potenciar sus activos en la industria.

Concretar una operación en este sentido había venido siendo una meta central para la compañía en los años anteriores. Durante el tercer trimestre de 2011, se conocieron las primeras señales de tratativas de Abcdin con Johnson, que finalmente no llegaron a buen puerto. Luego, el grupo habría sostenido conversaciones preliminares con la cadena Fashion’s Park, también sin buenos resultados. Y, así, finalmente AD Retail entró a las oficinas de la familia Wurman en 2012, para negociar por meses la adquisición de Dijon.

El negocio era prometedor considerando que Abcdin sólo comercializaba productos de electro y decohogar, entre otros rubros afines, por lo que si sumaban la división de vestuario había grandes posibilidades de constituir un grupo mucho más importante en el retail.

Las conversaciones dieron frutos. El 21 de marzo de 2013, se concretó la compra del negocio minorista de Dijon. El acuerdo era tentador ya que el precio total pagado ascendió a los $ 18 mil millones.

Asimismo, según la memoria de 2013 de AD Retail, se acordó que “las compradoras asumieran el pago de deuda de las empresas Dijon, por un monto de $ 4 mil millones”. Y, adicionalmente al Precio del Contrato, acordaron que los “compradores deberán pagar a los vendedores, un precio contingente de hasta $ 3.500 millones en un plazo de hasta 18 meses”, a contar de la fecha del trato.

Para el momento de la compra, Abcdin contaba con 83 tiendas y 64.895 metros cuadrados de sala de venta; y Dijon con 59 locales ubicados desde Arica a Punta Arenas y 26.274 metros cuadrados de sala de venta.

Una apuesta fallida

Así, el negocio de vestuario ingresaba a la compañía AD Retail. Un hito para que, para esta última, prometía. Así lo señaló en su carta para accionistas en 2013 el presidente del grupo, Pablo Turner: “Logramos agregar un gran valor a través de una oferta de vestuario de moda al mejor precio, a las mismas familias que son clientes de Abcdin”.

Al principio los resultados fueron positivos. En una entrevista con DF a un año de la operación, el gerente general de entonces, Francisco Samaniego, señaló que “comercialmente también estamos satisfechos con lo que ha ocurrido, sin perjuicio que se debe entender que en esto hay un rezago de lo que uno compra y cuándo se empieza a notar lo que se está haciendo, por ejemplo, desde el punto de vista de la mercadería, que es lo más relevante”.

Sin embargo, con el paso de los años, los resultados no fueron los esperados y Dijon se comenzó a convertir en un dolor de cabeza que fue creciendo desde 2017.

El estallido social fue la gota que rebalsaría el vaso. La empresa reportó 67 eventos de saqueos, robos e incendios en 39 tiendas. Todo lo anterior terminó en que, en diciembre de 2019, el directorio de AD Retail sometiera a sus filiales, Abcdin y Dijon a un Procedimiento Concursal de Reorganización de modo de reestructurar los pasivos y activos.

Sin embargo, la única que salió airosa fue Abcdin, luego de que sus acreedores aprobaran su plan de pagos en abril pasado. La reorganización de Dijon, por otro lado, no dio buenos desempeños, archivándose su causa hace unas semanas. Así, se hizo público el cierre de todas sus tiendas en Chile hace unos días, con un simple aviso en redes sociales que decía: Dijon, “cierra sus puertas para siempre”.