Encuesta revela una caída en la confianza de los trabajadores respecto de sus empresas
Así lo constató la última edición del Pulso de Confianza 2024, realizado entre OTIC Sofofa y la consultora Almabrands. Las mujeres son las que muestran los niveles más críticos.
Por: Carolina León | Publicado: Martes 21 de enero de 2025 a las 04:00 hrs.
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Foto: Rodolfo Jara
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Un cierto retroceso mostró la confianza que las personas sienten hacia sus lugares de trabajo y sus equipos. Eso es lo que mostró la última edición del Pulso de Confianza 2024, un sondeo realizado entre OTIC Sofofa y la consultora Almabrands.
De acuerdo a la medición, en el que participaron 440 trabajadores de distintas empresas y rubros, la confianza al interior de las compañías bajó pasando de los 5,6 puntos en 2023 (en una escala de 1 a 7) a 5,5 en 2024.
El sector público mostró fuertes reducciones en sus niveles de confianza, sobre todo en relación al jefe directo (que pasó de 5,6 a 5 puntos, en una escala de 1 a 7).
Al margen de que la baja es leve, muestra un panorama general que es preocupante, al considerar que todas las dimensiones que considera la medición cayeron en su desempeño. Las reducciones más importantes fueron en conexión y compromiso con el entorno; cercanía, colaboración y participación; y preocupación por las condiciones laborales.
Para la gerenta general de OTIC Sofofa, Natalia Lidijover, el resultado puede explicarse por varios factores. Por ejemplo, que la medición de 2023 estuvo marcada por los esfuerzos realizados por las empresas durante y después de la pandemia para apoyar a sus trabajadores. “Este período difícil implicó una preocupación muy acentuada por las personas y las emergencias que estaban enfrentando, lo que redundó en avances significativos en diversas dimensiones de confianza”, dice.
Sin embargo, la situación actual reflejaría un ajuste hacia la normalidad, con un cambio en las prioridades de las personas.
La mirada crítica de las mujeres
De acuerdo a la medición, las mujeres serían las que muestran los peores indicadores.
De hecho, la evaluación de las mujeres cae en relación a todos los actores, y el impacto no es solo hacia personas y cargos más distantes, sino también hacia sus propios equipos y jefaturas. A modo de ejemplo, si en 2023 la confianza hacia el jefe directo llegaba a los 5,6 puntos, ahora bajó a 5,4. Misma situación ocurre con el equipo directo de trabajo, que pasó de 5,8 puntos a 5,6.
Para Lidijover, estos resultados muestran una diferencia clara de género en la percepción de la confianza organizacional. “Mientras los hombres muestran mejoras en su evaluación, las mujeres tienden a ser más críticas en dimensiones clave, como la gestión de conflictos, el respeto y la ética organizacional, así como la preocupación por las condiciones laborales”, destaca.
Para abordar esta dispar situación, para la ejecutiva es fundamental implementar un enfoque inclusivo que contemple, a modo de ejemplo: políticas inclusivas y equitativas, como diseñar sistemas que aumenten la igualdad de oportunidades, particularmente en el desarrollo profesional y el acceso a roles de liderazgo; fortalecer los liderazgos femeninos; fomentar la participación activa de mujeres en roles de decisión, acompañada de capacitación específica, entre otros.
Sector público
El sector público mostró fuertes reducciones en sus niveles de confianza, sobre todo en relación al jefe directo (que pasó de 5,6 a 5 puntos), lo que unido a la baja confianza hacia directivos y gerentes (baja de 5,2 a 4,9 puntos), impone una mirada de urgencia hacia los liderazgos en este sector.
¿Es esto reflejo de una crisis institucional? Para Lidijover, el sector público tiene particularidades únicas en la gestión de la confianza, y más que reflejar una crisis institucional, los resultados evidencian una percepción más crítica en áreas específicas que deben ser atendidas.
Para la directora ejecutiva de Almabrands, Carolina Altschwager, este resultado evidencia que el sector público y el privado tienen dinámicas muy distintas.
“En el sector público, por ejemplo, quienes lideran las organizaciones son personas que cambian frente a cada uno de los gobiernos. Las personas que trabajan dentro de los servicios públicos deben tener la capacidad de adaptarse una y otra vez a visiones distintas, a estilos de liderazgo distintos, y eso por supuesto que tiene implicancias y mayores dificultades en la capacidad de construir confianza”, explica la ejecutiva.
Entonces, para ella, más que un tema relacionado con una crisis institucional, “aquí probablemente hay un tema estructural”.
Para Altschwager, esta baja general en la confianza organizacional, donde el impacto es mayor en las mujeres y el sector público, “es un llamado a redoblar esfuerzos para que las organizaciones, desde su espacio particular, que congrega una gran diversidad, historias y realidades de vida, asuman un rol esencial en la construcción de confianzas que luego permeen a la sociedad”.