Autoridad sanitaria abre disputa por rotulado en incipiente mercado de las aguas saborizadas

Fue en agosto de 2016 cuando Carozzi lanzó al mercado un nuevo producto denominado Vivo Agua, el que entró a competir en el incipiente segmento de las aguas con sabor. Todo bien hasta el 14 de noviembre de 2018, cuando funcionarios de la Seremi de Salud se constituyeron en la fábrica de jugos y bebidas de la compañía en San Bernardo. Dos días antes, una denuncia en Twitter cuestionó el producto por supuestamente estar mal rotulado.

Tras la visita inspectiva, la autoridad sanitaria resolvió aplicar a Carozzi una multa de 100 UTM (unos $ 4,8 millones), pero lo más grave para la empresa fue que se decretó la prohibición de venta de Vivo Agua Frambuesa.

Dado que la resolución aún no está a firme, el producto se sigue vendiendo en supermercados, junto con sus otros sabores como manzana, pera y uva, los que no fueron objeto de cuestionamiento por parte de la autoridad sanitaria.

Para la Seremi, el problema es que se utiliza como nombre Vivo Agua, aun cuando dentro de sus componentes posee edulcorantes artificiales, los cuales no están permitidos para ser utilizados en aguas envasadas, dijo la autoridad en su acta, en la cual se añade que la rotulación y publicidad de cualquier tipo no debe contener palabras que pueden inducir a equívocos, engaños o falsedades, o que de alguna forma sean susceptibles de crear una impresión errónea respecto a la naturaleza del producto.

Carozzi presentó una reclamación, la que fue desestimada por la autoridad en base a un informe realizado por el Subdepartamento de Control Sanitario de los Alimentos, el cual consignó que el producto infringe la normativa ya que se le denomina agua pese a incluir endulcorantes artificiales.

Frente a esto, la empresa presentó una reclamación judicial, pues sostiene que su producto cumple absolutamente con la normativa sanitaria.

La compañía describe en su demanda que los ingredientes del producto cuestionado son agua purificada, jugo de frambuesa, jugo clarificado de manzana, ácido cítrico, sucralosa, sabor natural de frambuesa y citrato de sodio.

“En ninguna parte del envase, que contiene la información del producto, se habla de aguas envasadas”, afirma la demandante, que además acusó un trato discriminatorio: “Toda la Industria de alimentos, para esta categoría en particular, rotula sus productos de la misma manera, utilizando la palabra ‘Agua’ en sus envases”.

Incluso, afirmó que la marca Aquarius utiliza el descriptor bebida de jugo, el cual –dice- no está contemplado en la legislación sanitaria.

“La palabra ‘Agua’, que es el elemento del producto, está presente en todos los envases de esta categoría, y es usada por todos los competidores en sus rótulos, no significando con ello que están vendiendo ‘agua envasada’”, dijo Carozzi.

Añadió que la mayoría de los productos se presentan en envases tetra slim, cuestión que –a su juicio- aleja toda posibilidad de error o confusión puesto que este no es el código visual de las aguas envasadas (botellas de plástico).

“Pretender que la marca registrada ‘Vivo Agua’ es inductiva a errores o engaños en el público consumidor, y afirmar que se trata de un producto falsificado, lo consideramos un exceso”, destacó.

Carozzi recordó que la marca también se utiliza en el segmento de galletas con su producto Costa Vivo Agua. 

“Libertad de los individuos”

En su acción judicial, Carozzi dice que al caminar por el pasillo de un supermercado puede llegar a ser abrumador la cantidad de productos y opciones que se encuentran: aguas envasadas, minerales, con gas o sin, saborizadas, bebidas de fantasía, instantáneas en polvo, jugos naturales, refrescos, entre otros.

Destacó que todas estas categorías son distintas y se presentan al público consumidor de diferentes maneras, envases, también tienen diferentes rotulaciones y exigencias.

“Creemos importante el hecho de respetar ‘la libertad de los individuos’ a decidir que ingieren, partiendo desde el agua de la llave, aguas embotelladas, gasificadas o no, saborizadas, jugos naturales o artificiales, bebidas con frutas, etc., cabe preguntarse ¿de quién es la decisión?”, dijo la empresa”.