Nuevo castigo en bolsa para Volkswagen tras admitir que entre los 800.000 vehículos adicionales que registrarían irregularidades en el control de emisión de gases estarían incluidos, por primera vez, modelos con motor a gasolina. La acción de la automotriz alemana cerró ayer con una pérdida de 9,5% en Frankfurt, hasta 100,45 euros, después de haber llegado a caer 11% durante la sesión. Desde que se descubriera la manipulación de las emisiones a mediados de septiembre, el título de VW ha perdido 40%, borrando alrededor de 24 mil millones de euros de su valor de mercado.
VW declaró que una prueba interna mostró que 800.000 vehículos tenían “inexplicables inconsistencias” en la emisión de dióxido de carbono (CO2), un indicador clave de la eficiencia del combustible y la base para la regulación e impuestos sobre emisiones en Europa.
Dado que el CO2 no puede ser filtrado como en las emisiones diésel, “de alguna forma es un problema mayor”, dijo el analista de UBS Group Philippe Houchois, en Bloomberg TV. “El directorio está entrando en un nivel de emergencia más alto”.
Según VW, los diésel representan la mayoría de los vehículos afectados, pero un tipo específico de motor de 1.4l gasolina estaría también implicado. El número de estos autos es “muy limitado”, aseguró un portavoz de la automotriz, y la mayoría de ellos están en Europa. Los modelos afectados serían: Polo, Golf y Passat de VW; los Audi A1 y A3; Skoda Octavia y los Seat Ibiza y Leon. VW estimó que necesitará añadir unos 2.000 millones de euros a la provisión para reparar los vehículos. El informe no incluye los motores diésel más grandes en los que el regulador ambiental estadounidese dijo haber encontrado un software similar.
La agencia de calificación Moody’s rebajó ayer el rating a largo plazo de VW, de A2 a A3 con perspectiva negativa, a consecuencia de los problemas que la firma afrontará en términos de costos y financiamiento, y a la sospecha del regulador ambiental de EEUU sobre la manipulación de los motores de Porsche y Audi.
