Volkswagen anunció que otros 800.000 vehículos del grupo pueden haber sufrido irregularidades relacionadas con la medición de emisiones de CO2 y cifra en unos US$ 2.200 millones el "riesgo económico" asociado a estos nuevos hallazgos.
En el curso de las investigaciones abiertas en torno a los motores diésel por las acusaciones de las autoridades medioambientales estadounidenses, que se centraban en las emisiones de óxido de nitrógeno (NOx), se ha detectado que algunos modelos presentaron también datos irregulares de emisiones de CO2.
El grupo automovilístico alemán señala que ha hallado "inconsistencias inexplicables" y tiene el conocimiento de que unos 800.000 vehículos de Volkswagen se encuentran afectados, señala el grupo, antes de indicar que las posibles irregularidades no afectan a la seguridad de los conductores.
"Por el momento no es posible determinar de forma fiable la envergadura de estas irregularidades. Una estimación inicial sitúa los riesgos en cerca de 2.000 millones de euros", señala la compañía.
El consejo de dirección de Volkswagen iniciará de forma "inmediata" un "diálogo" con las autoridades para conocer las consecuencias de estos hallazgos, con el objeto de establecer las consecuencias económicas y legales, señala.
Volkswagen dice que aclarará "lo antes posible" el alcance de estas posibles irregularidades y se asegurará de que los vehículos afectados quedan clasificados correctamente en función de sus emisiones reales de CO2.
"El consejo de dirección de Volkswagen lamenta profundamente esta situación y desea mostrar su determinación para, de forma sistemática, avanzar en la transparencia" acerca de lo ocurrido, añade.
Este problema es independiente al de las irregularidades en las emisiones de NOx de los vehículos de la marca alemana, que fueron destapadas en septiembre. Solo para este primer caso, el grupo germano ya ha destinado más de 6.500 millones de euros con el fin de reparar los motores afectados. Dicha cifra aún podría crecer en el futuro.