El Ministerio del Medio Ambiente publicó el viernes en el Diario Oficial la resolución de aprobación del anteproyecto de actualización de las Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC, por sus siglas en inglés) que son compromisos que voluntariamente adquieren los países para enfrentar el cambio climático y contribuir al cumplimiento de mantener la temperatura global media bajo los 2°C con respecto a la época preindustrial, formando parte de las obligaciones que tiene Chile al adherirse al Acuerdo de París.
Horas más tarde, el Ministerio del Medio Ambiente publicó en su sitio web el anteproyecto cuya consulta pública estará abierta hasta el 11 de abril, y que en 44 páginas da cuenta en detalle de las tareas que se impone el país. En esta propuesta se incluye por primera vez la acción climática en el trabajo de los gobiernos regionales y comunales, así como también la ejecución de 14 planes de adaptación y/o mitigación que todos los sectores se comprometieron a poner en marcha.
Una de las alertas que se encendió fue por el lento avance de, principalmente, los planes comunales de acción climática.
Mientras, en materia de financiamiento, el anteproyecto de la NDC 2025 contempla un nuevo presupuesto de carbono para reducir el nivel de emisiones que contribuyen al calentamiento global, especialmente de metano.
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La primera vez que Chile presentó su NDC fue en 2015 y en 2020 hizo su primera actualización donde -entre otros aspectos- el país se comprometía reemplazar el indicador de intensidad de emisiones anterior por un indicador absoluto incondicional, con un objetivo a alcanzar de 95 MtCO2eq para 2030.
Hoy se trabaja en la segunda actualización -la primera bajo el mandato de la Ley Marco de Cambio Climático- que considera, al menos, sostener el nivel de ambición presentado en su anterior NDC y establecer nuevos compromisos para un período de 10 años. Así, luego de que el 5 de junio el Gobierno lanzó el proceso de elaboración de las NDC, se concretó un proceso previo de participación ciudadana temprana entre el 23 de julio y el 1 de octubre donde se recibieron alrededor de 1.500 comentarios. Y, este viernes, se hizo público el anteproyecto.
Las claves de la propuesta
De entrada, esta nueva NDC incorpora de forma inédita un pilar social que se traduce en mayor justicia climática, pues contiene una Estrategia Nacional de Transición Socioecológica Justa que será publicada este año.
En cuanto al componente de mitigación, esta actualización considera una progresión del compromiso de Chile alineado con el objetivo de 1,5°C del Acuerdo de París, y también con una trayectoria hacia la neutralidad de GEI a 2050. Entre las medidas, Chile se compromete a un presupuesto de emisiones de GEI que no superará las 1.100 MtCO2eq entre 2020 y 2030, con un máximo de emisiones (peak) de GEI a 2025, y a alcanzar un nivel de emisiones de GEI de 95 MtCO2eq a 2030.
Y, adicionalmente, a un presupuesto nacional de emisiones de GEI que no superará las 490 MtCO2eq, entre 2031 y 2035, y a alcanzar un nivel de emisiones de GEI de 91 MtCO2eq a 2035.
También, una reducción de al menos un 25% de las emisiones totales de carbono negro a 2030 respecto a los niveles estimados para el sector energía del Inventario Nacional de Emisiones a 2016.
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Medición de la adaptación
En adaptación, uno de los aspectos relevantes de esta actualización es la evaluación del impacto, del riesgo y de la vulnerabilidad, la planificación, la implementación y el monitoreo, evaluación y aprendizaje. Esto considera compromisos como que a 2028 se contará con un inventario nacional de impactos del cambio climático en Chile, que incluirá la evaluación de costos de la inacción y de las pérdidas y daños, y que será parte de la Plataforma de Adaptación Climática (Atlas de Riesgos Climático).
Además, Chile contará a 2035 con un reporte público-privado de evaluaciones de riesgo climático, daños y pérdidas, con la colaboración del sector financiero y asegurador.
En materia de seguridad hídrica, se plantea reducir significativamente la escasez hídrica inducida por el cambio climático y mejorar la resiliencia climática ante peligros relacionados con el agua, avanzar hacia un suministro de agua y saneamiento resilientes al clima, y hacia el acceso a agua potable segura y asequible para toda la población.
Lo anterior supone -entre otras acciones- que a 2026 se habrá implementado un indicador, a nivel nacional y a escala de cuenca hidrográfica, que permita hacer seguimiento de la brecha y riesgo hídrico, y avanzar en alcanzar la seguridad hídrica del país; y que a 2030 el 100% de las empresas sanitarias tendrán implementado un plan para la gestión del riesgo de desastres, incluyendo aquellos derivados del cambio climático.
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En salud, figuran acciones como que a 2030 Chile contará con una plataforma del sistema de vigilancia epidemiológica nacional sobre los efectos en salud asociados al cambio climático. Mientras, en infraestructura, a 2035, el 50% de la nueva infraestructura pública habrá considerado el cambio climático y sus proyecciones en la fase de diseño de los proyectos de infraestructura hidráulica, vial y de borde costero.
En tanto, en el componente de integración, esta actualización de la NDC incluye compromisos en materia de uso de la tierra, cambio de uso de la tierra y silvicultura; biodiversidad y soluciones basadas en la naturaleza; y de océano.
Por ejemplo, en cuanto a los bosques, se propone forestar 200.000 hectáreas, de las cuales al menos 100.000 hectáreas corresponden a cubierta forestal permanente, con al menos 70.000 hectáreas con especies nativas; y reducir las emisiones del sector forestal por degradación y deforestación del bosque nativo en un 25% a 2030, considerando las emisiones promedio entre el periodo 2001- 2013.
Un parte relevante de los compormisos está en lo que se refiere a océano. Se crearán nuevas áreas protegidas en ecorregiones marinas subrepresentadas y también en ecosistemas costeros sobre humedales, terrenos fiscales y bienes nacionales de uso público que complementen la red marina, junto con ampliar la protección a ecosistemas terrestres relevantes para la conservación.
Esto supone que ampliar a 2030 en al menos 1.000.000 de hectáreas la actual superficie de protección oficial de ecosistemas terrestres y acuático continentales y, a la misma fecha, proteger al menos 10 humedales costeros adicionales a los 20 comprometidos al 2025 como áreas protegidas.
También, a 2025, se desarrollarán métricas estandarizadas para la evaluación de sus capacidades de adaptación o mitigación al cambio climático para tres áreas marinas protegidas de Chile. Y, a 2030, se implementarán las métricas desarrolladas para permitir el monitoreo y verificación de capacidades de adaptación o mitigación en al menos 5 áreas marinas protegidas.
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Lineamientos Financieros
A 2030, Chile diseñará y desarrollará una estrategia financiera que, siguiendo las disposiciones de la Ley Marco de Cambio Climático, incorpore además los compromisos nacionales en materia de biodiversidad, economía circular y transición socioecológica justa.
Esto considera -entre otras medidas- que Chile contará a 2030 con un corredor de financiamiento climático. Y que a ese año se contará con incentivos para el sector privado, junto con mantener instancias de coordinación que apoyen y faciliten el cumplimiento de las normas de divulgación de información en materia de cambio climático y sostenibilidad, incluyendo Pymes.
Se suma que también a 2030 el país contará con un repositorio digital abierto para disponer de información de sostenibilidad relevante y proyectos existentes en este ámbito, para apoyar la toma de decisiones de inversionistas.
En tanto, en el componente subnacional, otro de los ejes importantes de la propuesta, se contempla que Chile contará a 2026 con una red de articulación de financiamiento climático subnacional activa y con planes de acción macrozonales, a través del Grupo de Acción para el Financiamiento Climático Comunal y Regional. Asimismo, a 2030, se habrán elaborado Planes Estratégicos de Cuenca para Gestión de Recursos Hídricos en 101 cuencas del país.
Se suma que, desde 2026, los planes de descontaminación y/o prevención atmosférica deberán contribuir a la reducción de GEI. Y, a ese mismo año, se habrán elaborado Planes de Acción Comunal de Cambio Climático en todas las comunas del país.