Sociólogos diversos observan que cada 20 a 30 años las sociedades emprenden saltos, evolutivos o involutivos, importantes. Si miramos la historia de distintos países occidentales en el último par de siglos, podríamos graficar el despliegue de fases claves cada 20 a 30 años. Chile no es la excepción y hace unos pocos años parece estar emergiendo una nueva fase. ¿Y de qué se trata? Estoy convencido de que es algo que como sociedad aún debemos terminar de comprender y decidir.
Poniendo preferencias o fanatismos políticos a un lado, podríamos decir que hubo un Chile de la guerra fría, que en los años de la caída del muro de Berlín progresivamente cede protagonismo a un ciclo de impulso económico que venía experimentando. Son dos grandes ciclos, que con seguridad muchos querrán matizar o argumentar en cuanto a la descripción que proporciono. Sin embargo, trascendiendo nuestras preferencias de palabras y descripciones, propongo poner foco en el ciclo siguiente, el que ha estado emergiendo recientemente en nuestro país. ¿Qué es realmente? ¿Cuál es su verdadera consigna? El mundo político, con todo su interés en las preferencias de la amplia ciudadanía, ha claramente errado intentando interpretarlo.
Los ciclos de cambio más sólidos -reitero... evolutivos o involutivos- son aquellos que van impulsados por ideas claras, contundentes y compartidas por una parte importante de la población. Propongo que utilicemos estas fechas de fin de un año e inicio de otro para clarificar qué deseamos, de alto impacto para nuestro siguiente ciclo de avance en Chile. No podrá ser simplemente más de lo mismo, pues eso no tendrá tracción. Además, si no clarificamos nuestra consigna, la vida cotidiana, tantas veces caótica, lo hará por nosotros.
Por mi parte, elijo crear un Chile noble, ejemplo de comportamiento proactivo, propositivo, cívico y humano, un Chile que se desafía a sí mismo, sin cesar, a colaborar por encima de las diferencias, y que crece desde sus errores. Desde el ámbito de ser y hacer empresa, elijo que podamos convertir al país en caso de estudio y admiración en cuanto a nuestra capacidad para lograr un desarrollo sostenible, extensible y compartido. Desde Empresas Conscientes esta es nuestra consigna. Resumo en elegir un ciclo de avance para Chile del cual nuestros hijos se sientan orgullosos, uno que evidencie la mejor versión de nosotros mismos de la que nos sabemos capaces. ¡Felices fiestas e inicios de un gran 2016!