Alupra proyecta exportar productos elaborados a partir de copihues
Lograron disminuir tiempo de crecimiento de la flor nacional de siete a tres años.
- T+
- T-
Por Francisca Orellana
El copihue es una flor en peligro de extinción, pero los socios de Alupra, Juan Pablo Plaza y Eric Chait, lograron reproducirlo en invernadero y esperan posicionarlo, sobre todo, en la industria gastronómica a nivel mundial.
Desde 2009, la firma ha venido explorando nuevos usos de la flor. Ese año invirtieron US$ 100.000 en un vivero para producir en la región de la Araucanía copihues de corte. En el proceso, obtuvieron $ 40 millones de Corfo para evaluar la viabilidad comercial del copihue, nuevos negocios y productos.
La gran novedad, es que lograron mejorar la productividad de la flor disminuyendo el crecimiento de siete a tres años, gracias a la exploración de diferentes manejos agronómicos. Hoy cultivan 25 variedades y ya comercializan ocho en diferentes tonalidades.
En 2011 facturaron $ 40 millones y para la temporada 2012-2013 proyectan una producción de 50 mil unidades y ventas por $ 100 millones.
Pero los planes son más auspiciosos: transformar a la flor nacional en un producto de alto valor agregado para el mercado gourmet, con el lanzamiento de dos líneas de productos: mermeladas de copihue y pétalos para cocktail y ensaladas. “El copihue es sumamente sabroso, bello, rico en antioxidantes, crocante, sin olor y sabor levemente dulzón”, explica Plaza, socio de la firma. Ya realizaron las primeras pruebas y esperan tener las preparaciones con la resolución sanitaria definitiva el próximo año para destinarlas al mercado externo.
Aumentar vida útil
Gran parte del cultivo y producción de la flor lo han hecho de manera intuitiva. Pero a partir de agosto ejecutarán un proyecto junto al Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA) de $100 millones, financiado por el Fundación para la Innovación Agraria (FIA), para mejorar el manejo agronómico y post cosecha del copihue, de manera de poder desestacionalizar la flor, ya que hoy se produce de diciembre a junio. “Lo ideal sería extender la floración a diez meses”, explica. Para ello, construirán un vivero experimental climatizado de 1.000 metros cuadrados. También buscarán aumentar la vida útil del copihue después de cortado, ya que dura apenas siete días, lo que les permitiría llegar al extranjero con la flor en buenas condiciones.