Sólo alzas tuvieron los ingresos de los operadores del Transantiago durante 2017. En conjunto, las empresas elevaron 7% la cifra, desde US$ 725 a US$ 778 millones.
Las razones fueron varias, en el caso de Subus, el incremento de 1,5% en los ingresos, hasta los US$ 225 millones se debió principalmente a la entrada en operación del Servicio de Trenes en el tramo Alameda-Nos.
Para Metbus, el aumento de 8,6% -totalizando US$ 183 millones- se debió al alza en el Precio por Pasajero Transportado (PPT), "producto del inicio de operaciones de la línea 6 del metro y las mayores transacciones por el inicio del uso de torniquetes", señalaron desde la empresa.
En el caso de STP, RedBus y Buses Vule, las alzas fueron de 21%, cerrando en US$ 75 millones; 14%, por US$ 109 millones y 4%, por US$ 186 millones, respectivamente.
Las ganancias de los operadores terminaron el año con cifras aún más alegres. Si en 2016, Buses Vule concluía el año en US$ 3,2 millones, en 2017 casi triplicó la cifra, al llegar a los US$ 7,8 millones.
RedBus se anotó con un incremento aún mayor, pues estuvo cerca de cuatruplicar sus ganancias, al pasar desde US$ 1,3 millones a US$ 5,8 millones. En la misma línea, STP duplicó sus números, desde US$ 1,9 millones en 2016 a los US$ 4 millones.
La nota amarga la puso Metbus, cuyas ganancias disminuyeron 55% llegando a US$ 5,2 millones, frente a la cifra de US$ 11,6 millones de 2016. Esto a raíz de un "alza de costos en insumos relativos al personal y el combustible y principalmente depreciación de la flota, la que fue revalorizada por un evaluador independiente", como señaló la empresa en su análisis razonado.
Si bien no alcanzó cifras positivas, Subus logró reducir 92% sus pérdidas, las que hace dos años llegaban a los US$ 6,5 millones, y que el 2017 no superaron el medio millón de dólares.
La empresa atribuyó los resultados negativos a su compleja situación financiera, acusando que ha "enfrentado históricamente desajustes estructurales que han afectado el contrato de concesión y que obedecen a factores externos a su gestión".
En estos últimos mencionan la evasión, el vandalismo y el desajuste del mecanismo de ajuste de costos, el que a juicio de la compañía, "más allá de no cumplir con el objetivo declarado en el contrato, ha amplificado el riesgo de la empresa y generado que, especialmente en los últimos años, haya afectado de manera muy importante el equilibrio del contrato".