Ruido les está generando a los productores industriales la posibilidad de que el gobierno incremente el valor de los impuestos a las centrales termoeléctricas del país, en el marco de la política energética de La Moneda hasta 2030.
Uno de los anuncios hechos por la cartera, es que este sector energético deberá invertir en tecnología para mitigar las emisiones de CO2, lo que encarecería sus procesos, costo que debería recaer en los usuarios.
El presidente de la Sociedad de Fomento Fabril (Sofofa), Andrés Concha, advirtió que la posibilidad de incrementar el gravamen, haría lo propio en el los costos de operación del sector productivo privado.
“Los análisis que se hacen sobre aplicar un impuesto a las emisiones de CO2 complicarían aún más el mercado energético para quienes utilizan la electricidad como el principal factor de competitividad en sus labores productivas”, advirtió el líder industrial.
Del mismo modo, explicó que los “altísimos precios” que a su juicio están pagando por la energía los hacen esperar que a futuro “es que haya una expansión de la oferta más acelerada para que estos precios puedan bajar”, sostuvo.
De hecho, el gerente de Asociación de Generadoras, René Muga, abaló que al subir el costo a las carboneras el costo será asumido por los clientes.
“Eso va a tener un efecto en el costo de la generación (…) y en el precio final a los clientes”, aseguró.