Tras 26 años en Chile, Methanex pasa por un momento crítico que la ha obligado a reformular su estrategia y reducir al mínimo su operación local.
¿La causa? Las dificultades para acceder a gas natural, materia prima para la producción de metanol, producto que se utiliza en la fabricación de plásticos y sus derivados, combustibles limpios y paneles, entre otras aplicaciones. A raíz de lo anterior, la canadiense debió relocalizar parte importante de las unidades productoras de su complejo Cabo Negro, ubicado en Punta Arenas.
Con una inversión de US$ 1.300 millones esta planta contaba con cuatro “trenes” con capacidad total para elaborar cuatro millones de toneladas anuales de metanol.
El incremento en la demanda de gas en Magallanes, el agotamiento de las reservas del hidrocarburo, y la decisión de la autoridad de privilegiar el consumo residencial y comercial del hidrocarburo, por sobre el acuerdo de suministro vigente que la firma mantiene con la estatal Enap, obligó a Methanex a reducir su operación, con los consiguientes perjuicios económicos.
Fuentes de la firma dicen que desde mediados de mayo, y como viene sucediendo desde hace algunos años, debieron paralizar completamente sus operación y podrían retomarla en forma parcial -como también sucede hace años- en septiembre, cuando la demanda de gas en Magallanes haya disminuido.
En 2012 la firma decidió buscar nuevos mercados para seguir con su operación y anunció el traslado de uno de los trenes de Punta Arenas a Estados Unidos, específicamente a Geismar en Luisiana.
En año después, llegó la oportunidad para la segunda de las unidades, y por estos días mantienen en estudio la erradicación del tercer tren.
En este escenario, comentan fuentes ligadas a Methanex, la estrategia de la firma es concentrarse en su negocio principal, razón por la que hace unos meses iniciaron la venta de activos prescindibles (ver recuadro) y racionalizaron sus operaciones.
“El futuro de nuestras operaciones en Chile depende principalmente del nivel de exploración de gas natural y el desarrollo en el Sur de Chile y nuestra capacidad para asegurar un suministro de gas natural sostenible para nuestras instalaciones”, dijo la firma en su reporte de resultados al primer trimestre de 2014.
La relocalización
La instalación de la primera de las plantas que fue trasladada
-que debería entrar en operación a fines de 2014- presenta un 70% de avance, mientras que la segunda está en proceso de embarque en Magallanes y se espera esté operativa en 2016.
En junio, John Floren, CEO de Methanex, dijo en una entrevista a Bloomberg que están analizando trasladar una tercera planta desde Chile a EEUU, cuestión que decidirán en los próximos 12 meses. Para ello, explicó, primero requieren asegurar suministro de gas a largo plazo para abastecer a la segunda unidad que se llevaron desde Punta Arenas y también conseguir terrenos aledaños a la ubicación de esta planta para instalar el tercer tren.
En 2013 Methanex encontró una opción para operar en un esquema de “tolling”, es decir, maquilando gas que la petrolera Total le enviaba desde Argentina. Sin embargo, en mayo la francesa puso término anticipado a ese acuerdo e indemnizó a la firma con US$ 42 millones.
En el primer trimestre del año, la planta produjo 67.000 toneladas de metanol, un 30% de su capacidad.
Venta de activos
Methanex se ha embarcado en un proceso de venta de activos prescindibles que tiene por objeto reducir su operación y enfocarla en su negocio principal: la producción de metanol.
En junio la firma llegó a un acuerdo comercial con Pecket Energy y traspasó la propiedad del parque eólico que está ubicado en Cabo Negro y opera desde 2010 con tres aerogeneradores y una capacidad instalada de 2,55 MW.
Asimismo, a mediados de 2013 la firma se desprendió del Club de Campo Leñadura –recinto deportivo ubicado al sur de Punta Arenas y del que era el principal accionistas a través de la Inmobiliaria Leñadura-. El comprador fue la Caja de Compensación Los Andes.
La firma mantiene sus oficinas en Santiago, donde opera la plana ejecutiva y la gerencia general.
El futuro de las sociedades con Enap y Geopark para explorar gas natural en Magallanes
Las restricciones de suministro de gas natural en Magallanes, a causa de la crisis en los envíos desde Argentina, llevaron a Methanex a buscar alternativas de abastecimiento para su complejo Cabo Negro. Para ello la canadiense se involucró junto a otras empresas, como Enap y Geopark, en la exploración de hidrocarburos en esa zona, a través de los denominados Contratos Especiales de Operación Petrolera (CEOP), aunque con un resultado inferior a las expectativas que tenían.
Fuentes de la compañía señalan que Methanex habría decidido "congelar" nuevas inversiones en este sector, pero sin abandonar la actividad totalmente.
En el caso del proyecto de exploración en el Bloque Dorado Riquelme, donde desde 2008 mantiene un joint venture con la estatal Enap, la firma decidió mantener su participación, pero no realizaría nuevos aportes capital para las próximas fases del proyecto, dicen las fuentes. A diciembre, Enap señaló que las inversiones acumuladas en el bloque alcanzan a US$ 221 millones.
En el resto de las áreas la situación aún no está totalmente definida. Fuentes conocedoras del negocio señalan que es posible que Methanex decida en el mediano plazo desinvertir en estas actividades y vender o traspasar sus participación a los socios.
En Tranquilo, la firma tiene un 17% y es socia de GeoPark (29%), Pluspetrol (29%) y Wintershall (25%).
En mayo de 2012, en tanto, Methanex compró la participación de la estadounidense Apache en el Bloque Lenga, quedándose con el 50% de la operación y concretó su ingreso al Bloque Caupolicán (20%), donde es socio con Enap y PetroMagallanes Operaciones Limitada, que tienen un 40% cada una.