Era una de las alternativas que tenían y la usaron.
La semana pasada Interchile, filial de la colombiana ISA, fue nuevamente al Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) para consultar si debe tramitar ambientalmente una de las tres variantes de la línea eléctrica Cardones-Polpaico.
Es el proyecto de este tipo más grande que se ha realizado de una sola vez en el país y es clave para tratar de superar la congestión en el tránsito de energía desde la zona norte hacia la Región Metropolitana, el principal polo de consumo a nivel nacional.
La empresa impulsa estas adecuaciones para evitar el paso por ciertas zonas sensibles, pero aquella denominada Empastado, que pasa por el sector de Las Terneras, en la comuna de Zapallar y sortea la zona aledaña a un aeródromo privado, fue rechazada por la autoridad ambiental y ahora fue reingresada en solitario por la empresa.
En esta oportunidad, la compañía no sólo anexó a la documentación la información adicional que el SEA solicitó para poder analizar de mejor forma el cambio propuesto. Además, bajo la denominación de "nueva variante" la empresa realizó un nuevo ajuste al trazado alternativo inicial propuesto.
"En efecto, el trazado original se encontraba en el cono de aproximación del aeródromo, lo cual no es permitido por la Autoridad Aeronáutica, por lo cual se hace necesaria la modificación en el trazado propuesta", explicaron.
El tramo corregido tiene 10,68 kilómetros de extensión y considera la reubicación de 22 torres y la construcción de 5 estructuras nuevas, ninguna de las cuales se aleja más de 850 metros de la ubicación inicial, precisan.
La determinación que el SEA adopte respecto de esta solicitud también será clave para determinar cuál será el retraso con que el tercer tramo de la línea entrará en operación, ya que la tramitación de una Declaración de Impacto Ambiental toma del orden de seis meses, mientras que si se trata de un estudio de impacto los plazos son más extensos.