“El Estado debe velar por la protección de los usuarios, una efectiva competencia en el mercado y asegurar un desarrollo dinámico de las inversiones que el país requiere para contar con energía suficiente y a precios razonables”.
Esta es una de las declaraciones que se plantea en la Agenda de Energía y para lograr este objetivo el texto plantea que la Empresa Nacional del Petróleo (Enap) tendrá un rol directo en el mercado energético.
En este sentido, la mandataria anunció que capitalizarán a la petrolera con US$ 400 millones, inyección de recursos que, según explicó posteriormente el ministro de Hacienda, Alberto Arenas, estará ligada al proyecto de ley que modificará el gobierno corporativo de la empresa. La estimación del gobierno es que dicha iniciativa sea enviada al Congreso a más tardar el primer trimestre de 2016.
El ministro de Energía, Máximo Pacheco, explicó a su vez que los recursos adicionales que recibirá Enap buscan mejorar la situación patrimonial de la empresa, considerando que ésta a diciembre de 2013 informó pasivos totales por US$ 6.043 millones.
Esta cifra representa una reducción de unos US$ 180 millones respecto del nivel de fines de 2012, pero que -comentan conocedores de estos temas- no sería suficiente para evitar que la clasificación de riesgo de la petrolera caiga a niveles que compliquen su acceso a financiamiento “para emprender las inversiones que mejoren su eficiencia y resultados económicos”.
Esta posibilidad será vital, considerando que el gobierno contempla que Enap asuma un rol activo en el desarrollo de proyectos y también que profundice su participación en la exploración y explotación de petróleo y gas natural en la cuenca de Magallanes, donde ya está presente, asumiendo también un rol de impulsor de otras zonas para atraer inversiones internacionales.
“Los nuevos proyectos que inicie Enap deberán tener rentabilidad privada positiva, de modo que éstos no destruyan el valor de la compañía. En caso contrario, estos proyectos debieran contar con subsidio fiscal explícito y previamente definido”, se explica en la Agenda.
El rol del Estado también se materializará, dice la agenda, a través de la validación social, política y técnica de la política energética con medidas de corto plazo la 2025, para garantizar la factibilidad técnica y la sustentabilidad de la matriz energética. En el mediano y largo plazo se someterá a discusión aspectos estratégicos y tecnológicos que definen la matriz energética hacia el año 2050.
El ministerio impulsará mayor transparencia de la información energética para la ciudadanía y los actores del sector, a través, por ejemplo, de la simplificación de las boletas de electricidad y gas, a partir del segundo semestre de 2014.