Valle Nevado revela que recurrió a la justicia tras no obtener apoyo financiero y liquidez adicional
La empresa inició un proceso de reorganización judicial luego que -aseguró- no lograra los acuerdos necesarios para superar "esta coyuntura financiera" que atribuyó a fuerza mayor.
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Los dueños de Valle Nevado, las familias Senerman y Ergas, intentaron negociar con sus acreedores para evitar iniciar un proceso ante la justicia y así evitar el fantasma de la quiebra. No lo lograron. Por esto decidieron solicitar una reorganización judicial.
Las compañías de seguros de vida Metlife Chile, Penta y Principal son los tres mayores acreedores del centro de esquí ubicado a 35 kilómetros de Santiago, que acumula pasivos por más de $ 35 mil millones. También figuran como prestamistas los bancos BCI, Scotiabank Chile y Security.
"Se buscó renegociar contratos, una mayor flexibilización en pagos y obtener apoyo financiero y liquidez adicional. A pesar de todos los esfuerzos realizados, Valle Nevado no logró los acuerdos necesarios para superar esta coyuntura financiera producto de estos eventos de fuerza mayor", explicó el abogado de la empresa, Ricardo Reveco, en su escrito presentado a la justicia.
Y añadió: "Asumiendo la responsabilidad de una decisión necesaria, difícil de tomar, pero efectiva para seguir adelante como emprendimiento turístico de montaña y ser responsables con nuestro público, se hace necesario iniciar un procedimiento de reorganización judicial, para que Valle Nevado junto a sus acreedores y proveedores logren un acuerdo, permitiéndosele continuar desarrollando su actividad, cumpliendo con sus compromisos con sus trabajadores, sus acreedores y proveedores, así como con su comunidad".
Los actuales dueños del complejo lo compraron en 2007, tras lo cual dieron inicio a un plan maestro a largo plazo para el desarrollo de cuatro unidades de negocios: el dominio esquiable, la hotelería, los servicios y el proyecto inmobiliario. Hasta que llegó la pandemia.
"La sociedad fue víctima de eventos extraordinarios de fuerza mayor que han afectado el normal desarrollo de sus operaciones comerciales", dijo la compañía en su solicitud de reorganización.
Junto a esto, dijo que el 2019 fue el año más seco de los últimos 50 años. La falta de lluvias disminuyó fuertemente los días de operación de todos los centros invernales en el país, añadió.
"A pesar de la fuerte inversión en un sistema de fabricación de nieve en 2016, que permitió a la sociedad ser el único centro invernal en mantenerse abierto hasta el 24 de septiembre de ese año, los visitantes y consecuentemente los ingresos 2019 fueron muy inferiores a los de años anteriores", detalló la firma, la cual precisó que, aun cuando este 2020 hubo niveles de nieve relevantes, producto de las medidas sanitarias y de aislamiento social decretadas por la autoridad, no fue posible la operación y explotación de la actividad.
"Como consecuencia de las circunstancias excepcionales y negativas antes descritas, ajenas a la gestión de la sociedad, su disponibilidad de caja se ha visto severamente afectada este periodo", remató.