La receta de Capel que le permitió recuperar terreno en medio de la pandemia

Un año de cambios significó el 2020 para cooperativa Capel, organización que pertenece a más de 900 socios y que cuenta con una participación de mercado en la industria pisquera cercana al 42%.

Y es que semanas antes de que se desatara la pandemia por Covid-19, la compañía comenzó a impulsar una reorganización tanto de su plana ejecutiva como de sus operaciones internas y financieras. Esto, como respuesta a duros resultados que venían reportando.

A un año de ese hito, la sociedad comienza a sacar cuentas alegres.

"A inicios de enero de 2020, la situación financiera de la empresa era muy compleja. Los desafíos más importantes abordados tenían que resolver problemas fundamentales de rentabilidad, alto endeudamiento y una baja credibilidad junto a la banca y proveedores", dice Gracielle Hummel, directora de finanzas de la cooperativa respecto al proceso iniciado hace un año.

Como si fuera poco, la compañía completaba su segundo año consecutivo con números rojos. Esto, porque reportó pérdidas por $ 500 millones en 2018 y, para el año siguiente, la cifra aumentó a $ 10.000 millones.

GRACIELLE HUMMEL Directora financiera de cooperativa capel. PATRICIO SÁNCHEZ
gerente general de cooperativa capel.

De ahí que levantaran una serie de procesos para salir de esa situación. A finales de 2019 modificaron su modelo de negocio en cuanto a la distribución de marcas, siendo una de las más reconocidas Alto del Carmen. Previamente, la empresa tenía su propia fuerza logística, pero ante la baja de los márgenes, tercerizaron el modelo y comenzaron a trabajar de la mano de Coca-Cola Andina y Embonor.

"El modelo de negocio significa un cambio muy importante dentro de los estados resultados de una empresa, porque se tenía un costo fijo muy fuerte", recuerda Patricio Sánchez, gerente general de Capel, quien llegó a la cooperativa el 2 de enero del año pasado, junto a Hummel, en una reestructuración también de la plana ejecutiva de la firma.

Con el arribo de ambos, además, inició un proceso de controlar los costos. En esa línea, explican que algunos trabajadores rebajaron sus sueldos entre un 5% y un 8% por ocho meses, y concentraron la venta de los productos más demandados al inicio de la pandemia.

Asimismo, empezaron a abocarse a la venta online de la mano de las plataformas de Coca-Cola y de aplicaciones de delivery como Rappi. De esta forma, según Sánchez, hoy el canal e-commerce se ha vuelto uno de los pilares de la operación.

Los precios pusieron de su parte y crecieron 4%, ayudando a mejorar los márgenes.

Con todo, el ejecutivo de la cooperativa destaca que crecieron un 10% en 2020, comparado al año previo. La utilidad antes de impuesto y depreciaciones llegó a los $ 6. 900 millones.

"Salimos adelante cuando recuperamos casi la totalidad de la cartera de cobranzas en los dos primeros meses de 2020, lo que ha posibilitado partir reduciendo el endeudamiento de corto plazo cerca de 50% de manera casi inmediata", señala Hummel.

Las expectativas de recuperación

Mientras el proceso de vacunación permite volver a ritmos normales de operación, Sánchez prevé que la industria logrará estabilizarse en el segundo semestre. Aunque, para ello, todavía falta un paso esencial.

La industria se "normalizará una vez que el canal de hoteles, restaurantes y casinos pueda funcionar sin restricciones, y ya con los cambios al toque de queda es una señal", dice.

Lo anterior también va de la mano de la apertura de los mercados más importantes para la organización, como es el caso de China, uno de los más esperados. Esto, porque el negocio de exportación de la cooperativa es del orden de $ 2 mil millones.

En total, la firma exporta sus productos a 32 países y tiene presencia directa en las regiones de Atacama y Coquimbo, en los valles de Copiapó, Huasco, Elqui, Limarí y Choapa.