Sólo una de siete isapres está
bonificando correctamente las prestaciones de kinesiología y siquiatría,
conforme a la fiscalización que está
realizando la
Superintendencia de Salud con la aplicación de tecnología de
vanguardia.
Para poder verificar la correcta
aplicación del plan de salud se seleccionaron los beneficiarios de siete
isapres que hicieron uso de prestaciones kinésicas o psiquiátricas bonificadas
durante el año 2007. Del 100% de ellas, el 10% tenía altas probabilidades de
error de cálculo, ratificándose posteriormente en la fiscalización que sólo una
isapre estaba aplicando correctamente las
bonificaciones en dichas prestaciones.
Este es uno de los hallazgos
realizados por el sistema de fiscalización con enfoque de riesgo que ha
desarrollado la
Superintendencia de Salud para este año y que contribuirá a
proteger los derechos no sólo de los afiliados de isapres, sino también de los
usuarios de Fonasa.
Esta
tecnología permite además revisar las licencias médicas. De acuerdo a las cifras entregadas por la Superintendencia, las isapres rechazan un 54,1% de las
licencias médicas continuadas de tipo mental. Una isapre, sin embargo,
presentaba un nivel de rechazo del 76,9%, para licencias médicas de este tipo,
por lo que se analizó una muestra de 93 licencias a fin de establecer si existían
errores en el proceso de su tramitación.
Como resultado del proceso de
fiscalización virtual se descubrió que 31 de estas licencias fueron rechazadas
en base a antecedentes de licencias anteriores y apreciaciones médicas,
evaluando el número de días previos, resultados de peritajes, antecedentes
médicos, clasificación de "médicos licenciosos", etc.
De este modo, mediante los
análisis realizados a través del nuevo sistema de fiscalización se pudo
establecer un importante área de riesgo en la tramitación de este tipo de
licencias, dado que 1 de cada 3 presentaba errores en su rechazo. Esto motivó
la incorporación de esta área a los próximos ciclos de fiscalizaciones.
Así como los dos temas anteriores
enfocados en los beneficios a los afiliados y con controles masivos de millones
de transacciones, la
Superintendencia de Salud inició una nueva era de
fiscalización a las isapres y al Fonasa, basada en la aplicación de tecnología
informática de punta.