El secretario general de Chileprimero, Jorge Schaulsohn, se
refirió a la oportunidad electoral que supone para su partido las últimas
irregularidades detectadas en municipios como en el aparato público, señalando que "más allá de un beneficio
partidista, en el aspecto de la probidad lo importante es el país".
"La oposición y el oficialismo están empatados en temas
de probidad y con ello, el único perjudicado es Chile". "Esto está
más allá de como le vaya a un partido u a otro", aseveró el ex diputado
PPD a Orbe.
"Es lamentable, pero a todo el mundo le encanta ver la
paja en el ojo ajeno y evita ver la viga en el propio", dijo Schaulsohn a la agencia Orbe.
"Chile tiene un problema de corrupción verdadero",
sentenció el abogado cercano a Andrés Allamand. No obstante, enfatizó que esta
situación de a poco está siendo conocida por la ciudadanía, "porque en el
pasado no era así", indicó el otrora oficialista. "Es como un cuerpo
(Chile) que tiene fiebre (corrupción) y quiere sanarse", expresó a ORBE.
Es así como, Schaulsohn destacó que el trabajo desempeñado
por la actual
Contraloría y su titular, Ramíro Mendoza, "es muy
importante", y de igual manera, acusó que muchas de las cosas que se
hacían en el pasado, "hoy son consideradas como impropias",
argumentando un cambio en el nivel de tolerancia en la misma comunidad frente a
este tipo de situaciones, sea "corrupción" o "irregularidades".
El otrora dirigente de la Concertación, declaró a Orbe que "las irregularidades eran prácticas
habituales en municipios y el Estado, y a nadie le importaba".
"Era necesario que llegara un Contralor que no fuese
funcionario de carrera, sino un abogado especializado y sin ninguna
prescindencia política par que la Contraloría cumpliera el rol que nunca antes
había cumplido", sostuvo.
En otro sentido, indicó que si bien los hechos corruptos,
"han existido siempre", "hay un antes y un después del caso
MOP-GATE, ya que este le hizo mucho daño al país y más encima el gobierno de
Lagos trató de justificarlo".
"La Contraloría nunca antes había actuado en su rol,
teniendo exactamente las mismas atribuciones y capacidades, esto demuestra que perseguir
la corrupción se trata de voluntad política más que de crear nuevas
leyes", puntualizó Schaulsohn.