Verano en modo ajuste: el dinero en los bolsillos de las familias siguió bajando en la apertura de 2023
El M1 se contrajo 26% anual en enero, moderándose desde la caída de 27,6% de diciembre. Las bajas del agregado se mantendrían al menos durante el primer trimestre, de la mano de una tasa alta y contracciones del PIB.
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El ajuste de la economía chilena siguió su curso en la apertura de 2023, y así lo reflejan diferentes ingredientes, entre ellos los agregados monetarios. El concepto hace referencia al dinero en poder del sector privado no bancario, o sea en manos de las familias, y el llamado “M1” evidencia que el circulante siguió a la baja desde períodos anteriores.
El agregado M1 corresponde al dinero más líquido y considera billetes y monedas en circulación, cuentas corrientes y a la vista. En enero presentó una contracción anual de 26%, algo más moderada que la baja de 27,6% que había alcanzado en diciembre.
La merma, detalló el Banco Central este martes, se explica por la evolución de todos sus componentes, la que sigue la tendencia ya vista en los últimos meses.
Las caídas en doce meses del M1 comenzaron en mayo de 2022, y desde ahí no han parado. La de enero es, entonces, la novena variación negativa consecutiva del indicador, y está lejos del aumento de 63,6% que se registró en el mismo mes de 2021, en plena pandemia y cuando se inyectaban millones a la economía mediante los retiros desde las AFP.
En un informe enviado a sus clientes, el equipo de STF Capital, liderado por el economista Sergio Godoy, precisó que en enero aumentó la velocidad de la caída del M1 respecto a diciembre, lo que indica “un mayor deterioro de la actividad hacia adelante”.
Godoy espera que el M1 siga cayendo al menos durante el primer trimestre de este año, “mientras la Tasa de Política Monetaria (TPM) se siga manteniendo alta y el Producto Interno Bruto (PIB) siga contrayéndose”.
Pero, anticipa que a partir de abril-junio y, especialmente en el segundo semestre del año, dicho agregado empezaría a recuperarse, “lo que se explicaría por la caída agresiva de la TPM y cierta mejora de los datos del PIB”, detalla.
Otros agregados
El antes mencionado no es el único agregado monetario: el Banco Central también mide cada mes lo que ocurre con los llamados M2 y M3. El primero de estos dos últimos considera tanto al M1 como los depósitos a plazo en pesos chilenos, y en enero creció un 5%, superando el 2,6% que había aumentado en diciembre pasado.
¿Qué explica el desempeño del agregado? El instituto emisor detalló que se debe a una mayor contribución de los bonos bancarios y de los depósitos a plazo.
El M3, en tanto, está compuesto por el M2, por los depósitos en moneda extranjera y por la tenencia de bonos por parte del sector privado no bancario, y el mes pasado tuvo una variación anual de 3,4%.
El incremento fue superior al alza de 3,1% registrada en diciembre, y se entiende por el avance del M2, que fue compensado parcialmente por una menor tenencia de bonos de la Tesorería General de la República y de documentos del Central en manos del sector privado no bancario.