Diez meses cumplió este fin de semana la segunda administración de Sebastián Piñera y, desde la óptica económica, el balance es al menos paradójico: las cifras son positivas, pero las expectativas, tras saltar a máximos históricos post triunfo electoral, han transitado a niveles pesimistas. Un escenario que parece despertar en el ministro de Economía, Fomento y Turismo, José Ramón Valente, nuevas ambiciones de cara a la agenda -más contundente que la de 2018, subraya- que piensa impulsar durante este año.
“Vamos por más”, grafica, quizás como reflejo de esa adrenalina que describe percibió en el sector público durante este primer cuarto de gobierno, propia de que cada acción –mejorar o impulsar una ley, solucionar un problema- “puede cambiarle la vida a mucha gente”.
De ahí que se alegra de haber llegado al rol que hoy detenta después de 30 años de experiencia en el sector privado. Como en este ámbito, advierte, el trabajo consiste en fijar y cumplir metas, asumiendo que hay “contrapartes” -como prefiere decir- con los cuales hay que dialogar y dar la pelea por las ideas.
Pero sabe que el desafío es aún mayor, sobre todo cuando a veces los números no cuajan con las percepciones. “Es frustrante que haya una sensación de que el año económico no fue bueno. Eso es una frustración muy grande”, afirma tras repasar el hecho de que 2018 habría cerrado con un crecimiento de 4%, un alza de la inversión de 6% -tras cuatro años de bajas- y un récord de 132 mil nuevas empresas.
Aun más, recuerda que el programa de gobierno se comprometía con los números actuales hacia el fin del período, es decir, 2021.
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- Pero algo pasa porque la sensación es otra…
- No comparto para nada esta idea de que las cifras no le han llegado a la gente, pues éstas se construyen desde las experiencias, desde las ventas de autos, los viajes en avión, y las ventas en supermercados. Eso es lo que componen las cifras y generan un crecimiento de 4%, no es al revés. Es un problema, porque en mi caso al menos, pensaba que las cifras se explicaban por sí solas, pero me he dado cuenta de que no, porque hay gente que está interesada en destacar las cosas malas por sus propios objetivos, y por lo tanto, de un evento negativo -que siempre los habrá-, se hace un gran evento. Y las cifras positivas a veces son menos noticia que las cifras negativas.
- Pero los índices de confianza de los empresarios también se deterioraron en el segundo semestre.
- A los empresarios hay que medirlos por lo que hacen y no por lo que dicen. Las inversiones están creciendo, las proyecciones son muy buenas hacia adelante, hay muchos proyectos inmobiliarios y en el sector minero, que se está reactivando.
Mi explicación del tema es que la gente entiende muy bien lo que le pasa en su ámbito personal, en su empresa y en su sector, y sin embargo cuando se les pregunta respecto de la macro, del entorno del país, no responden de acuerdo a lo que sienten, sino que repite básicamente lo que lee y lo que ve. En ese sentido, la forma en que salen las noticias es muy relevante para generar ese feedback. No estoy culpando al periodismo en esto.
- ¿Pueden estar resentidos los empresarios con el hecho de que no se bajó el impuesto corporativo, como se prometió en campaña?
- No me gusta comentar respecto de los dichos de algún empresario. Me quedo con que están invirtiendo, la inversión extranjera creció 78%, y con que los vuelos nacionales aumentaron en 2 millones de personas, se vendieron 417 mil autos, y que la ventas de supermercados duplican en algunos casos las del año pasado y que hay 165 mil nuevos empleos con seguridad social.
¿Podemos crecer 4%?
- ¿No ve un riesgo de que este deterioro de expectativas influya en la marcha de la economía este año?
- Es muy importante que difundamos que la economía del país está andando bien para que no se transforme en una profecía autocumplida lo que estamos viendo en las expectativas.
- ¿Ha influido el hecho de que el mercado laboral no ha visto grandes mejoras?
- No coincido con la idea de que el mercado del trabajo ha estado poco dinámico, porque lo más importante es que se generen trabajos de calidad, asociados a la inversión, al crecimiento. Pero lamentablemente no hemos tenido cifras suficientemente robustas y hemos confundido un poco a la opinión pública con la idea de que las cifras del INE tienen algunos problemas. Las estadísticas que ha estado reportando el INE tienen problemas, ellos ya lo reconocieron, y lo importante es que se irá solucionando a partir de enero y por los próximos 18 meses.
El mercado laboral sí ha sido robusto, y si no fuese así, los consumidores no podrían estar reaccionando de la forma que lo han hecho.
- Si el año pasado obtuvieron mejores cifras que las esperadas, ¿no hay un riesgo de que el primero haya sido el mejor año económico del gobierno?
- Dado que estas cifras llegaron incluso antes de lo previsto, hay un tremendo desafío de cómo hacemos para mantener este dinamismo. Sabemos que Chile es un país que depende en parte de nosotros y en parte de lo que ocurra en la economía internacional. Y el año 2018 fuimos capaces de crecer al 4% aún en condiciones de una economía internacional bastante más lenta que años anteriores. Con eso, nos demostramos a nosotros mismos que somos capaces de generar cosas muy buenas.
- Pero este año podría ser peor el sector externo.
- Lo que tenemos que ver hacia adelante es cómo seguimos demostrándonos a nosotros mismos que Chile puede, aun en condiciones más adversas. Si pese a todo somos capaces de crecer, eso es lo que nos va a convertir en un país desarrollado. Si crecemos cuando solo la economía internacional crece, la verdad es que nos vamos a quedar pegados en términos relativos al resto de los países, en lo que somos hoy.
Ciertamente, asumo que es un desafío enorme, uno más para el año 2019 y hacia adelante, que se nos pone a todo el equipo de gobierno y al Presidente, que después de un año 2018 muy bueno, tenemos que hacer todo lo posible para que los próximos años que siguen sean igual de buenos.
El 2018 fue muy fecundo y en 2019 vamos por más. Vamos a tener el proyecto de astrodata, la ley pro consumidor, un segundo proyecto pro inversión en junio, y un segundo proyecto de productividad en el segundo semestre.
- ¿No sería ambicioso pensar que con todas estas reformas podemos seguir creciendo al 4%?
- Cuando entramos al gobierno, los expertos del Banco Central y del Ministerio de Hacienda nos decían que el crecimiento potencial estaba en torno al 2,7%; el FMI 3%. Nosotros queremos que cuando nos vayamos, todo el mundo coincida en que el crecimiento potencial subió al menos al 4%. Esa es nuestra meta.
- En la balanza, ¿cuál foco de riesgo tiene más peso: el interno o externo?
- Nosotros tenemos mecanismos de control, y hay cosas que podemos hacer y otras que no. Si la Reserva Federal sube la tasa, nosotros como gobierno en Chile no tenemos mucho que hacer ahí. Si hay guerra comercial entre China y Estados Unidos, podemos levantar la voz en el G20 pero la verdad es que está bastante fuera de nuestro alcance.
En cambio, generar un buen clima de inversión, una regulación adecuada para el crecimiento, poner orden a las cuentas fiscales, de tal manera que las tasas de interés se mantengan bajas, generar un clima mejor para los consumidores, evitando cualquier clase de abuso; eso se traduce en un clima interno que nos permite que se active la economía local, y ahí es donde nosotros podemos actuar.
Caída bursátil: “No es buen predictor en el corto plazo”
- Y la caída de la bolsa el año pasado, ¿cómo la lee?
- La bolsa en Chile consta de inversionistas internacionales y locales, y las bolsas en la última parte del período cayeron en todo el mundo y lo que pasó en el país fue el reflejo de eso. Yo no le doy más explicación que esa.
El mundo de los mercados emergentes donde está inserto Chile, tuvo un mucho peor comportamiento y eso hace pensar que logramos revertir en parte la caída.
- ¿No le preocupa que eso pueda anticipar una desaceleración en Chile? Está la noción de que los movimientos anuales de la bolsa sirven como predictor de la economía.
- No, yo creo que lo que ha ocurrido con la bolsa chilena en los últimos meses no es un buen predictor de la marcha de la economía hacia adelante, porque la bolsa se mueve por otros varios factores, sobre todo en el corto plazo.
En el largo plazo tienen razón, pero en el corto plazo hay muchos otros factores que incluyen, como el nivel de riesgo de la economía mundial, las valorizaciones, el precio relativo de las acciones de Chile y otras partes del mundo.
Definiciones en I+D, Ley corta de Pesca y el INE autónomo
I+D: "En marzo queremos enviar la Ley al congreso"
El ministro Valente explica que tras evaluar "retrospectivamente" la franquicia tributaria para que las empresas inviertan en I+D, se decidió hacer "modificaciones para aumentar el número de empresas" afectas el beneficio.
Afirma que la cantidad de compañías activas en esta materia "ha disminuido en vez de aumentar" y remarca que en Chile "se da esta cosa rara" de que dos tercios de la inversión en I+D la hace el Estado.
Para cambiar esto, dice, el proyecto está "muy avanzado". Ya lo presentaron al Presidente y lo han trabajado también con Hacienda también. Adelanta que "durante marzo queremos enviar esa ley al Congreso".
Ley de Pesca: "La responsabilidad de un ministro no es defender a un gremio en particular"
Sonapesca, que reúne a los grandes empresarios del sector, lo llamó a "ponerse los pantalones". Valente desdramatiza: "Uno siempre tiene que entender que las declaraciones que hace un gremio son para defender sus intereses, en cambio la responsabilidad de quienes somos ministros no es defender a un gremio en particular sino que defender los intereses del país".
Agrega que "en un tercio de las reuniones que tengo, hay un grupo de chilenos que quiere usar el Estado en beneficio de ellos", lo que considera "muy natural" por lo que "uno no tiene ni que extrañarse ni sentirse afectado o dolido".
INE autónomo: "Hay que encontrar el espacio legislativo"
Valente explica por qué no han impulsado la autonomía al INE: "Tenemos que buscar el espacio legislativo para hacerlo". Dice que, por ahora, la prioridad son productividad y ley del consumidor. "De hecho, tenemos una especie de atasco, porque hemos mandado demasiadas leyes", precisa.
Si bien estima que dicho espacio puede darse, advierte que "no todo lo del INE se resuelve con esa ley". En esa línea, defiende que "no es que hayamos dejado al INE botado" y señala la integración con los datos administrativos del Estado "puede resolverse pero también en otras leyes como modernización del Estado".
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