Por Cristián Torres Erpel
Un elevado uso de la capacidad instalada a nivel interno y una actividad a nivel mundial inestable han configurado un escenario volátil para la economía local y mundial. Pese a ello, el Banco Central informó ayer un ajuste de sus proyecciones.
En crecimiento de la economía para este ejercicio elevó el rango de actividad local de 4,0%-5,0% a 4,75%-5,25%. “El cambio en la proyección se explica principalmente por los datos efectivos de la primera mitad del año y porque los efectos de la situación externa en la economía chilena serán menores este año que lo previsto en junio. Con todo, en el escenario base, durante la segunda mitad de 2012 el PIB tendrá tasas de crecimiento más bajas que las del primer semestre, con lo que el uso de la capacidad instalada retornaría paulatinamente a niveles normales”, aseguró el presidente del Banco Central, Rodrigo Vergara durante su presentación.
Al mirar lo que pueda ocurrir en los próximos meses, el ente rector asegura que los efectos del escenario externo serán menores y más retrasados que lo estimado, “haciéndose visibles con mayor claridad hacia fines del segundo semestre. Esto, junto con la evolución de datos efectivos, subyace a la corrección a la baja de la proyección de las exportaciones de bienes y servicios”.
Asimismo, el Consejo del ente emisor, informó que sigue estimando que el crecimiento de tendencia se encuentra en torno a 5% y para 2013 prevé una tasa de crecimiento del PIB de entre 4,0% y 5,0%.
Inflación subyacente con riesgos
En cuanto a la inflación los pronósticos también cambiaron. Los bajos índices publicados mes a mes por el INE generaron que la inflación proyectada para este año se sitúe en 2,5%, desde el 2,7% que se había estimado en junio. Vergara indicó que el indicador se ubica en la parte baja del rango meta, influido principalmente por los precios de los combustibles, pero que retornará gradualmente hacia el 3%, un valor “que alcanzaría en la segunda mitad del próximo año y en torno al cual oscilará hasta fines del horizonte de proyección, en esta ocasión el tercer trimestre del 2014.”, proyecta el Central.
Sin embargo, el presidente de la entidad hizo hincapié ayer frente al Senado respecto a la diferencia que existe entre la evolución de inflación de bienes y la de servicios, donde la última -más ligada al estado de holguras-, sigue en niveles cercanos al 5%, “dando cuenta de la vigencia de los riesgos de mediano plazo para la inflación”.
Lo anterior, debido a que la trayectoria reciente de los precios internacionales de los combustibles y de algunos alimentos podría traspasarse rápidamente a inflación, sobre todo en el actual estado de las holguras de capacidad.
Además, la mantención o incremento del dinamismo de la actividad y la demanda interna puede seguir intensificando el uso de la capacidad instalada y provocar presiones inflacionarias por encima de la meta, asegura la entidad.
Con todo, el ente rector reafirmó que las nuevas proyecciones utilizan como supuesto de trabajo que la Tasa de Política Monetaria (TPM) se mantendrá estable en el corto plazo. “La TPM se ubica dentro de rangos considerados neutrales, lo que entrega flexibilidad para esperar que los efectos concretos de estos escenarios sobre la economía chilena se hagan visibles con claridad”, aseguró Vergara.