Las señales de internet: economía chilena parte 2023 con más búsquedas online de trabajo, de prestaciones por cesantía y menos liquidez
Análisis del CIES UDD muestra que en enero el interés por consumir por internet siguió marcando mínimos, de la mano de un fuerte ajuste en los saldos de cuentas bancarias: el exceso de liquidez volvió a su menor nivel desde abril de 2020.
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Un difícil comienzo tuvo la economía chilena este 2023, aunque con ciertos aspectos que confirman que el ajuste iniciado el año pasado sigue bien encaminado. Esto muestran los indicadores de alta frecuencia que cada mes elabora el Centro de Investigación de Empresa y Sociedad de la Universidad del Desarrollo (CIES UDD): un enero marcado por una mayor preocupación por lo laboral -reflejada en las búsquedas web de trabajo y sobre prestaciones por cesantía- pero con un consumo que sigue bajando, de la mano de una menor liquidez en las cuentas bancarias.
Con el objetivo de explicar mejor y más rápido lo que está pasando con la economía, el CIES mide diaria, semanal o mensualmente datos relacionados con crecimiento o empleo, o bien con un interés en sí mismos.
Para entender las aproximaciones al mercado laboral, el equipo que lidera el economista Víctor Martínez elabora dos indicadores a partir de Google Trends. El primero es un índice de búsqueda de trabajo, que partió este 2023 con un aumento desde diciembre. Plataformas como LinkedIn y la Bolsa Nacional de Empleo registraron los mayores incrementos en doce meses a enero -de 33,1% y 44,2%, respectivamente- lo que según el director del centro es reflejo del interés de “distintos públicos”.
“Es posible suponer que un aumento de este indicador significa que las personas tienen mayor interés en salir a buscar empleos. Por esto las plataformas para encontrar empleo están generando interés”, se lee en el estudio.
El segundo indicador laboral -elaborado con la misma herramienta- es el índice de prestaciones de cesantía, que muestra que el interés por finiquitos y el Seguro de Cesantía también empezó el año al alza, con saltos en doce meses de más o menos 26% cada uno.
Martínez precisa que puede haber algún efecto estacional asociado a las renovaciones de fin de año, pero plantea que el incremento de enero ratifica un interés que ya venía subiendo en 2022. Este incremento podría ser reflejo de más despidos y rotación laboral, y podría anticipar una menor ocupación y un aumento del desempleo hacia adelante, advierte el economista.
Consumo sigue a la baja
También usando Google Trends, el equipo analiza el interés por consumir en tiendas online. Y, en línea con una economía más ajustada, el índice partió 2023 a la baja, marcando un nuevo mínimo, incluso por debajo de los niveles prepandemia.
Martínez acota que acá se mezcla la reducción del consumo que efectivamente se está dando, con un cambio de canal para comprar luego de las restricciones por el Covid-19. Pero, afirma que “de todas maneras” el consumo debería estar bajando, con lo que se debilitaría ese aspecto de la demanda agregada.
El desempeño de este indicador se complementa con otro, elaborado a partir de los saldos en cuentas bancarias -corrientes y a la vista- que publica la Comisión para el Mercado Financiero (CMF). Este dato muestra que en noviembre -el último mes disponible- el exceso de liquidez volvió a su menor nivel desde abril de 2020, a comienzos de la pandemia, o sea antes de los retiros desde las AFP y ayudas fiscales.
Martínez explica que cuando empezaron a analizar este indicador estimaron, a partir de datos de 2009 a 2019, que en noviembre de este último año había UF 468 millones de saldos en las cuentas corrientes y a la vista. En abril de 2020 había un exceso de UF 65 millones respecto a la tendencia histórica, y a mediados de 2021 el extra trepó hasta UF 550 millones.
“En otras palabras, se había duplicado la cantidad de plata en las cuentas respecto a lo que debería haber según la tendencia histórica”, explica el economista, quien relata que eso comenzó a disminuir el año pasado, y ahora el exceso es de UF 53 millones, o sea más bajo que en abril del 2020. “El exceso de liquidez por ese lado está muy bajo”, resume el experto, quien afirma que esto “a nivel macro es una súper buena noticia”, ya que explica en parte la reducción del consumo y es un buen antecedente para la convergencia de la inflación.
Pero, también significa que “las personas tienen menos ahorros y pueden tener una sensación más apretada o de ansiedad respecto a un escenario económico más apretado del primer trimestre”. Y esto “puede presionar el ambiente político de alguna manera”, advierte. Por lo mismo, relata que “también hay un riesgo micro, que va a depender de la capacidad de los actores políticos para frenar cuestiones que puedan inyectar liquidez, como un retiro”.
Empresas y boletines
Otro indicador que ayuda a entender el panorama económico es la creación de nuevas empresas -a partir del registro del Ministerio de Economía y del Diario Oficial-, que en enero registró su segundo aumento anual consecutivo, de 2,6%. Un crecimiento “relativamente normal”, relata Martínez, quien estima que se están creando compañías al ritmo más o menos habitual prepandemia, lo que en enero sería equivalente a unas 12.500 firmas.
El boletín concursal del Gobierno, que agrupa liquidaciones -forzosas y voluntarias, de personas y empresas- con fechas de ingreso, es el último dato analizado, que en enero volvió a aumentar “considerablemente” frente a lo que estaba pasando hace un año. Un antecedente, agrega el director del CIES, que “puede ser reflejo de alguna manera de una situación económica con peores condiciones”.
El cuadro que conforman estos seis indicadores, dice el economista, plantea “un desafío para no hacer cosas que puedan atentar en contra de este ajuste que no ha terminado, sino que lo estamos, y que vamos a vivir con mucha intensidad en el primer trimestre de este año”.