“Hay una fuerza que dice más inversión, más producción, más inversión en mano de obra, es la fuerza el crecimiento; la otra es la fuerza de las exportaciones a Europa o la producción industrial internacional. Esas dos fuerzas están operando hoy en direcciones opuestas”. De esa forma, el ex ministro de Economía y ex vicepresidente del Banco Central, Jorge Marshall, enfrenta los sorpresivos números que ha mostrado la economía chilena en los últimos meses.
Con un IPC acumulado en el año de sólo 0,4% y un Imacec de junio de 6,2%, pocos analistas pudieron cantar victoria respecto al cumplimiento de sus proyecciones. En ese escenario, desde el decanato de la Facultad de Economía y Negocios de la U. Andrés Bello, Marshall analiza la coyuntura y plantea que tanto el mercado como las autoridades no han podido dar en el clavo respecto a mostrar que además del escenario de moderación del crecimiento para el segundo semestre, también hay posibilidades ciertas de que la economía local siga, incluso por dos o tres años más, con un ritmo similar al observado hasta ahora.
“Ayuda al diagnóstico mirar los escenarios alternativos y el escenario de que no hay moderación, sino que la economía mantiene un período prolongado, de dos o tres años de crecimiento fuerte, es perfectamente posible para la economía chilena hoy”, asegura el analista.
- ¿Cómo ve el desenlace de la crisis europea?
- Yo creo que en el mundo hay tres mercados grandes en términos de la crisis. Uno es el mercado de las manufacturas, que está sintiendo hoy los efectos, o sea, los empresarios chilenos que están en los mercados de manufacturas; hay mercados de productos básicos que están trabajando a plena capacidad, que no están sintiendo los efectos de la crisis europea porque hay un exceso de demanda; y después están los mercados financieros, que son los que producen la fluidez del crédito y la liquidez y esos están entre medio de las dos fuerzas. Si esos mercados financieros siguen funcionando bien -desde ese punto de vista tenemos muy buenos resultados de nuestro sector financiero-, nos permite pensar que no se va a repetir el “apretón” de 2008, entonces si la economía chilena no tiene una gran presencia en los mercados manufactureros, tiene una fuerte base en los mercados de productos básicos y mantiene la solidez financiera los efectos de la crisis financiera van a ser menores.
- ¿Y cómo analiza los escenarios que se conversan hoy?
- El escenario central es el que el Banco Central ha dibujado pero no ha dicho que los escenarios alternativos también son posibles y hoy tenemos varios escenarios alternativos y tenemos escenarios en que las inversiones en los mercados de productos básicos sean la fuerza dominante, eso es perfectamente posible.
- ¿Por qué no se han dado a conocer estos escenarios?
- Porque el Banco Central ha estado acostumbrado a hacer su análisis sobre el escenario central. Ellos han tendido a tener ojos más enfocados hacia el escenario central y cuando ese escenario lo sigue, pero está acompañado por escenarios de riesgos que son muy disímiles, también conviene mirarlos. Ayuda al diagnóstico mirar los escenarios alternativos y el escenario de que no hay moderación sino que la economía mantiene un período prolongado, dos o tres años de crecimiento fuerte, es perfectamente posible para la economía chilena hoy.
- ¿Usted apuesta a eso?
- No, yo creo que el escenario central sigue siendo central, no le doy más probabilidad a eso, pero es importante mirar escenarios alternativos, incluyendo escenarios de riesgo por tanto conviene tener escenarios de riesgo y políticas de gestión de riesgo.
- ¿Por qué es conveniente?
- En primer lugar porque no tenemos certeza de que el segundo semestre se produzca la moderación, porque llevamos prácticamente un año diciendo que viene una moderación que no ha llegado. Por tanto, existen muchos escenarios posibles hacia delante donde las fuerzas de los sectores de productos básicos sean poderosos y empujen la economía y es lo que está pasando en Canadá, Australia y en muchas actividades en Chile, por tanto, esto es súper importante. El diagnóstico es muy importante, estamos haciendo una mala lectura que no hace distinción de estas dos fuerzas que están operando en direcciones opuestas. O sea, hoy en Chile tenemos empresas que están a full capacidad invirtiendo. Si no hacemos esa lectura lo que va a terminar pasando es que el único escenario que viene es la desaceleración y ese es el escenario más probable, no el único. Por tanto, no es que sea un error decir eso, pero está incompleto, no da el cuadro completo.
- ¿Esta mala lectura viene del mercado o también de las autoridades?
- Cuando uno tiene todas las fuerzas operando en una sola dirección el escenario más probable se convierte en el que hay trabajar, cuando uno tiene fuerzas operando en direcciones distintas se generan también escenarios muy distintos. Es posible que tengamos varios años de crecimiento elevado como es posible que tengamos el efecto de la crisis europea. Los dos escenarios son posibles, entonces frente a eso es más importante la gestión de los riesgos que la gestión de la demanda. El gobierno está más bien enfocado en la gestión de la demanda y el riesgo de crisis, plan de contingencia, una política fiscal bastante agresiva. Lo que debiéramos estar pensando es cómo empujamos la minería, la energía que va a abastecer la inversión minera, cómo facilitamos las inversiones, o sea, un año de atraso en inversiones es un año de retraso de no aprovechar las oportunidades.
- ¿Y cómo analiza esa visión del gobierno?
- Lo que veo en el accionar del gobierno es un diagnóstico más enfocado a la visión tradicional y, por esa razón, renuente a moderar por ejemplo la agresividad en la política fiscal, lo que yo considero que es un error en el contexto actual y menos agresivo en la reformas estructurales que podrían ayudarnos a aprovechar mejor otros mercados, porque además eso nos llevaría mucho más en la dirección de la agenda pro competitividad que tiene el gobierno. El aprovechamiento de la oportunidad no está en el centro de la acción del gobierno porque el gobierno interpreta que el mayor crecimiento no es por este fenómeno que está ocurriendo en todos los países productores de productos básicos, sino que es producto de su propia gestión, lo cual es un error. Por tanto, lo lleva a decir, ‘mantengo mi gestión, facilito la desburocratización en la formación de empresas’. Hay una suerte de conformidad en las políticas de oferta y un enfoque a las políticas de demanda, plan de contingencia, etc. Creo que lo que hay que hacer es exactamente lo contrario, conformidad en las polítcas de demanda porque tenemos el Banco Central y ser mucho más agresivo en las políticas de oferta.