En la jornada de clausura del Encuentro Santander-América Latina, el economista y ex presidente del Banco Central, Vittorio Corbo, no duda en sentenciar que en caso de un agravamiento de la crisis, las tres primeras líneas defensivas están en manos del equipo del instituto emisor que opera en Morandé con Agustinas.
"La primera línea de defensa es el Banco Central, la segunda es el Banco Central y la tercera. Luego está la política fiscal, pero esa hay que guardarla porque no hay mucho espacio... Esa política fiscal hay que mantenerla ordenada para no desestabilizar las expectativas, puede jugar un rol, pero no es el elemento central".
A juicio de Corbo lo imprescindible en este eventual escenario es mantener el acceso al financiamiento en dólares, tal y como lo hizo el Banco Central (BC) en la crisis anterior. El BC "tiene espacios para seguir haciéndolo y tiene que estar muy atento para asegurar liquidez. Hemos acumulado reservas por las que hemos pagado un costo importante desde el punto de vista de la tasa a la que se financia el Banco Central y lo que le rinden esas reservas".
A ese instrumental se suma la artillería monetaria, la cual está disponible gracias a que se ha sido capaz de mantener las expectativas inflacionarias ancladas en torno a 3%. Eso "da una tremenda capacidad de responder con política monetaria si es que se requiere", ya que hoy tenemos una tasa de interés que se justifica para un aterrizaje suave afuera, y que brinda espacio para actuar en forma agresiva, como en Lehman.
Respecto del sector fiscal, dijo que el espacio es menor en esa dimensión porque Chile ya usó ese recurso en forma agresiva y correcta en la crisis anterior, de modo que hoy el papel clave que le cabe al fisco es mantener los equilibrios, porque el país tiene hoy un déficit ajustado por el ciclo que recién en 2014 llegaría a 1%, "y no nos olvidemos que la parte bonita se ve porque aún estamos vendiendo el cobre a tres dólares cincuenta", remató.
Sobre el plan de contingencia que dice tener a mano el ministro de Hacienda, Corbo recomendó seguir manteniéndolo a mano, porque aún Europa no muestra el camino. "Este fin de semana Europa tiene una oportunidad de hacerlo, (pero eso no quita que si lo hace) entrará a una ruta larga que costará sangre, sudor y lágrimas. Van a tener por lo menos tres o cuatro años de reconstrucción. Europa va a salir adelante, tiene capital humano y recursos, pero hay que hacer el trabajo", concluyó.
Perspectivas para Chile
El economista dijo en su presentación que tras dos años de crecimiento en torno al 6%, el país crecerá entre 4% y 5%, lo que evidencia una leve desaceleración dado el momento económico, pero que evidencia también que la demanda sigue dinámica, que la economía ha topado capacidad en algunas dimensiones, con un desempleo históricamente bajo.
Con todo, dijo que el crecimiento potencial del país a mayor plazo requiere que se acometan acciones decididas en educación y energía. "Crecer al 4,5 o 5% requiere levantar impedimentos. Eso pasa por mejorar la productividad y ahí hay espacios en educación, especialmente la de los más pobres (...) Otro desafío es la energía, porque el país no sólo tiene problemas o riesgos de abastecimiento, sino que tiene energía cara. Es un tema que hemos evitado enfrentar, y si no lo hacemos el crecimiento potencial va a ser más bajo, lo que ineludiblemente da paso a frustraciones... y después vienen los populistas que creen que esto se resuelve con más gasto y la magia no dura mucho tiempo".
Europa hará el esfuerzo
"Todo lo que se ha construido en Europa en 55 años es muy importante y se intentará preservarlo. Creo que los líderes harán todo su esfuerzo por evitar un escenario complicado, que lo veo como de baja probabilidad, pero de alto impacto, porque de lo contrario se termina desmoronando no sólo la unión monetaria, sino que la unión misma, con restricciones al desplazamiento de las personas y otras", dijo Vittorio Corbo respecto de la cumbre que tendrá lugar este fin de semana en esta parte del mundo.
A su juicio se requiere un ordenamiento fiscal creíble (no de un día, porque no se bajan 30 kilos en un día), se requiere financiamiento lo que supone que los fondos creados como el que comienza a operar en julio no debe ser una pieza de museo sino que utilizarse agresivamente en comprar deuda y dar estabilidad a los sistemas financieros y tercero es tener programas de estímulo para el crecimiento.